6 Consejos para Liberar la Culpa Durante el Duelo
Cómo evitar que Pepe Grillo se convierta en un Tiranosaurio Rex
Muchos de nosotros conocemos la historia de Pinocho y su amigo Pepe Grillo. Pepe es un elegante insecto de sombrerito azul que ayuda a Pinocho a distinguir entre una acción correcta y una incorrecta. Así es la voz interna que surge en nosotros en muchos momentos y especialmente esta voz es nítida en momentos de duelo, haciendo aparecer, a menudo, esa mezcla de sentimientos amargos que llamamos culpa.
Este diálogo interno entre Pepe Grillo (la parte de nuestra conciencia que nos culpabiliza) y Pinocho (la parte nuestra que se siente inculpada) en principio, no tiene que ser perturbador o negativo. Esto es, lo que en el área de la salud psíquica llamamos “culpa sana”. Esta conversación con nosotros mismos puede llevar a la reflexión y a distinguir de lo que somos responsables, cualquiera que hayan sido los hechos reales, a fin de completar asuntos pendientes y enmendar, indemnizar o resarcir acciones prácticas o simbólicas en relación a la pérdida.
A veces, no sucede así. En lugar de ocuparnos sanamente de la “voz de la culpa” el diálogo interno crece hasta ser un tormento existencial, Pepe Grillo se convierte en un monstruo del pasado, gigantesco como un Tiranosaurio Rex que nos amenaza y nos impide vivir en paz, complicando el proceso de duelo.
Nos quedamos congelados en el presente y nos sentimos terriblemente mal por acciones que en el pasado hicimos o dejamos de hacer, por asuntos que la mayoría de las veces estaban fuera de nuestro control.
Esto produce que busquemos auto-castigarnos para “expiar” nuestros sentimientos de culpa, a veces, incluso, llegamos a enfermarnos físicamente: nuestro sistema inmune se debilita, desarrollamos trastornos de ansiedad, gastrointestinales o hasta cardiovasculares. En estas ocasiones los psicoterapeutas hablamos de “culpa no sana o neurótica”.
Cuando esto ocurre el tiranosaurio interno de la culpa nos arroja frases encabezadas por el “Si hubiera…, “si no le hubiera hecho esto”, “si le hubiera llevado antes al médico”, “si hubiese ido a otro doctor”, “si no hubiera hecho caso de lo que me dijeron”, “si hubiera conducido yo”, “si hubiese actuado diferente” y larguísimos etcéteras de frases auto-recriminatorias.
A la postre, este monstruo es alimentado no sólo por nuestra voz interna sino también, a veces, por allegados que nos dan más argumentos para sentirnos culpables, con actitudes (se alejan de ti, no te hablan), y otras veces con acusaciones verbales directas: “tú tuviste la culpa”, “mejor no te hubiese conocido”, “lo enfermaste…”.
Hay que mencionar también que podemos vivir en contextos culturalmente exigentes, con patrones sociales inflexibles que agravan los sentimientos de culpa.
Por todo esto es importante aprender a manejar la culpa para poder vivir un duelo sano.
Desde mi experiencia como psicoterapeuta de duelo acá comparto algunas sugerencias que hago con frecuencia a mis pacientes en duelo, ellas podrían ayudarte para evitar que Pepe Grillo se convierta en Tiranosaurio Rex:
1. Exprésate ante un interlocutor adecuado:
Durante el duelo es importante encontrar a una persona que con empatía pueda escuchar nuestros temores, dudas y sentimientos, alguien que esté libre de evaluaciones y juicios rígidos. Solo el hecho de poder verbalizar y ser escuchados en relación a nuestros pensamientos culposos puede aliviarnos emocionalmente. Este interlocutor puede ser un familiar o un amigo que pueda comprenderte, pero también puedes encontrarlo en un grupo de apoyo al duelo o en un terapeuta de duelo.
2. Reconoce tus limitaciones como ser humano:
Muchas veces nos sentimos responsables por cosas que no pudimos controlar, que objetivamente no estaban en nuestras manos. Es importante considerar minuciosamente, por ejemplo, cuando no tenemos la capacidad de anticipar peligros o interpretar señales de riesgo que pudieron haber causado una pérdida.
3. Aclara tus responsabilidades con quienes te inculpan:
Busca dialogar y aclarar malentendidos con personas en tu contexto cercano que te increpan como posible causante de una pérdida. Si no están disponibles para un encuentro cara a cara puedes escribirle un mensaje, expresando tu papel responsable y limitado en las circunstancias que ocurrieron. Si también esto falla, puedes recurrir a mediación a través de un tercero profesionalmente entrenado para manejar conflictos como terapeuta, conciliador o juez de paz.
4. Practica actividades para el bienestar:
En lugar de mantener tus pensamientos alrededor de ideas culposas, date el permiso de hacer una tregua en tu diálogo interno a través de la oración o de la práctica de algún tipo de meditación. También puedes realizar tareas manuales, ejercicios rutinarios o refugiarte en la naturaleza.
5. Toma acciones para enmendar el error, si lo hubo:
Transforma los sentimientos de culpa en responsabilidad buscando acciones concretas para corregir los errores que pudieras haber cometido. Si te viste involucrado en un accidente, busca como indemnizar a los afectados hasta donde esté tu alcance; ofrécele tu ayuda a los familiares para minimizar la pérdida. Si esto no es posible, trata de realizar un acto simbólico en honor a quien ya no está: busca realizar una donación a una fundación para la prevención de enfermedades, realiza acciones solidarias en tu comunidad o únete a un grupo de voluntarios sociales.
6. Busca ayuda profesional:
Si todas las anteriores sugerencias fallan y sigues sintiéndote culpable, es importante que busques ayuda profesional con un especialista en duelo a fin de evitar auto-castigarte, destrabar el proceso del duelo y encontrar el camino al auto- perdón y el equilibrio emocional. Un terapeuta calificado puede ayudarte específicamente a vencer los sentimientos de culpa que no puedes manejar solo.
Fuente: manejodelduelo.com
La Comida y el Cortisol en el Proceso del Duelo
“Que tu alimento sea tu medicina, y que tu medicina sea tu alimento” – Hipócrates.
El proceso de duelo transforma nuestro vínculo con la comida convirtiéndola en una de las formas más comunes para lidiar con este evento tan traumático… Mientras algunas personas puede que pierdan el apetito por completo, otras “tragarán” sus emociones con cada bocadillo que ingieran. La falta de deseos de cocinar así como los “antojos” que se vuelven irresistibles convierten a ese paquete de galletitas en la mejor recompensa que podemos brindarnos a nosotros mismos para pasar el día. Sin embargo, la alimentación tendrá un rol esencial como principal fuente de energía en momentos de gran desgaste físico y emocional.
Cuando se experimenta un trauma, sientes que tu vida está fuera de control por lo que estos trastornos alimenticios no son sino un medio de hacer frente a emociones abrumadoras en momentos en los que los mecanismos personales de afrontamiento son insuficientes. Nada parece tener sentido… perdemos interés en nosotros mismos, no cuidamos nuestra salud. Luego de experimentar esta dolorosa ausencia ¿Por qué no puedo comer lo que deseo? El sufrimiento parece decirnos “Adelante, tú te mereces esa comida”. Los alimentos, especialmente grasos o dulces, activan en el cerebro el sistema de recompensa movilizando aquellos neurotransmisores que nos hacen sentir bien y cambiar el humor como, por ejemplo, la dopamina.
Sin embargo, el problema es cuando esto deja de ser una conducta esporádica para convertirse en un hábito que sólo busca ser la anestesia emocional del dolor que estás sintiendo. De esta manera, la comida puede convertirse en un camino de distracción frente a los dolorosos sentimientos de vacío o desesperanza. Si bien se trata de una reacción frecuente al inicio del duelo para lidiar con la intensa carga de dolor, estos comportamientos pueden convertirse en un trastorno alimentario permanente si no son detectados y tratados a tiempo llevándote a un constante control de la ingesta de calorías, evasión de reuniones sociales con comida, atracones frecuentes o fluctuaciones extremas de peso.
EL CORTISOL DURANTE EL PROCESO DE DUELO
El cortisol es una hormona que se libera como un mecanismo de defensa del cuerpo ante el miedo o el estrés que produce una situación de tensión.
Cuando estás atravesando un momento de profundo estrés y angustia es usual que nuestro cuerpo posea un exceso de cortisol en la sangre liberado por las glándulas suprarrenales. Estas glándulas, encargadas de ayudarnos a responder en situaciones de tensión, pueden continuar produciendo cortisol aún cuando la persona tenga niveles elevados del mismo en su sangre mientras que sus altos niveles suelen estabilizarse en un valor normal cuando la depresión desaparece. En este sentido, la liberación de esta hormona expresa diferencias notables entre las personas que están deprimidas y las que no poseen esta enfermedad. Mientras que estás últimas suelen liberar cortisol en ciertos momentos del día (los niveles más altos se producen entre las 8 AM y las 4 PM) reduciendo su nivel durante la noche, las personas con depresión clínica liberan de forma constante esta hormona inclusive durante la noche.
Los alimentos muchas veces son utilizados por el doliente como una especie de anestesia emocional. Podemos mezclar todo tipo de alimentos dulces y salados en tan sólo unas horas y cuando ya estamos satisfechos decimos ¡Cómo pude comer todo esto!… El proceso de duelo es un evento profundamente estresante por lo que podría incrementar los niveles de cortisol, responsables de provocar los “antojos” de alimentos que nos llevan a comer en exceso. Sin embargo, esta misma hormona que nos abre el apetito es quien reduce la quema calórica del cuerpo ahorrando energía en un momento que él entiende como una situación de peligro, sin distinguir que sea real o imaginaria. Además esta hormona moviliza la glucosa que se encuentra guardada en el hígado para aumentar la actividad cerebral y la concentración; al ir hacia la sangre y no utilizarse, el cuerpo convierte a esta glucosa en grasas produciendo un cúmulo de grasas abdominales que incrementa las probabilidades de obesidad. Sin embargo, no sólo afecta a nuestro peso… Estos altos niveles de cortisol también afectan al sistema inmune reduciendo notablemente las defensas, interfiere en el aprendizaje y la memoria, aumenta el riesgo de depresión, genera presión arterial, enfermedades cardíacas y colesterol, entre otras consecuencias profundas en nuestra salud mental y física.
¿CÓMO REDUCIR EL CORTISOL?
La falta de apetito así como el exceso de comida no son sino dos formas de canalizar el profundo proceso emocional que estamos atravesando.
¿Cuántas veces has comenzado el día diciendo “hoy haré una rica comida” pero terminas el día sin probar un bocado o pidiendo “comida a domicilio”? ¿Cuántas veces has tomado el paquete de papas fritas o de galletitas dulces y te lo has devorado en un solo minuto? Durante el proceso de duelo, el vínculo que teníamos hasta ahora con la comida no sólo se transforma sino que se profundiza. Por lo tanto, para poder reducir estos niveles de cortisol que abren como nunca antes nuestro apetito es importante que incorpores a tu estilo de vida los siguientes consejos:
– Cuida tu alimentación. Deja de lado la comida chatarra y reemplázala por alimentos ricos en antioxidantes como, por ejemplo, frutas y verduras. También consume grasas monoinsaturadas y ricas en omega 3. Abandona los carbohidratos, la cafeína, el alcohol y el tabaco.
– Realiza actividad física. Tómate de 20 a 30 minutos cada día para hacer actividades aeróbicas y verás cómo se reducen notablemente los niveles de cortisol incrementando la confianza en ti mismo y fortaleciendo tu capacidad de recuperación. Puedes andar en bicicleta, caminar, hacer boxeo, nadar, etc.
– Haz Meditación. Tómate al menos 10-15 minutos cada día para realizar cualquier tipo de meditación en un lugar cómodo y silencioso de la casa. No importa la hora del día ni cómo lo haces… lo importante es brindarle una atención plena. Pueden ser ejercicios de respiración, yoga, meditación guiada o cualquier otro tipo de actividad que te permita alcanzar la sensación de calma. De esta manera, podrás brindar a tu cuerpo un verdadero respiro que se traducirá en la disminución del cortisol, presión arterial y frecuencia cardíaca. ¿Qué te parecen estos bellos sonidos de la naturaleza para relajarte un poco?
– Escucha música. Piensa en la música que más te gusta escuchar en tus tiempos libres, realiza un CD o graba las canciones en un pendrive y llévalas en el auto o en tu MP3 para disfrutar mientras estás camino al trabajo, la escuela, la universidad, etc. La música posee grandes poderes para reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo.
– Evita el aislamiento. El aislamiento social aumenta los niveles de cortisol especialmente en el caso de los adolescentes. Construye vínculos de confianza, establece nuevas relaciones de amistad, de pareja, etc. y organiza reuniones o conversaciones cara a cara… Verás cómo disminuye el nivel de cortisol mientras que se incrementa la oxitocina, la “hormona del amor”.
¿CÓMO ALIMENTARNOS MEJOR SI ESTAMOS EN DUELO?
La comida no sólo afecta a nuestra salud física sino emocional… tiene consecuencias ineludibles en cómo nos sentimos y cómo funcionamos.
Es primordial tener especial reparo en momentos en los que estamos bajo un profundo estrés luego de una pérdida significativa en nuestra vida. El exceso de comida así como la pérdida de apetito no son sino dos manifestaciones físicas de un complejo proceso emocional que afecta a todas y cada una de las partes de nuestro cuerpo haciendo que la pena se sienta también en el estómago. Pero ¿cómo controlar estas conductas alimentarias si estamos en duelo? Aquí te brindamos algunas sugerencias:
- Cuando tengas deseos excesivos de comer o bien no tengas apetito al horario de la comida piensa cuáles podrían ser los factores desencadenantes de esta conducta organizando un libro diario en el que puedas registrar qué comes, en qué horarios lo sueles hacer y cómo te sentías antes y después de haber terminado esta comida. De esta manera, podrás identificar las emociones que están desencadenando estas conductas alimentarias.
- Si el desgano te quita los deseos de comer, procura respetar las cuatro comidas diarias aún cuando te parezca imposible de hacerlo dedicándole el tiempo necesario a cada comida. Si te hace sentir mejor, pide a alguien que comparta este momento contigo.
- Si comes en exceso, antes de tomar esa galletita piensa por unos minutos ¿Realmente tengo hambre o sólo lo hago porque no me siento bien? Muchas veces comemos de más sólo por costumbre, comodidad o porque la angustia está reclamando su dosis diaria.
- Si no tienes apetito o deseos de comer, permíteles a tus amigos y/o familiares que te lleven comida casera para que puedas descongelar en cualquier momento de la semana. A veces el simple hecho de tener que hacer la comida, nos quita todo deseo de alimentarnos.
- Cuando tengas ataques de ansiedad, toma una taza de té caliente o una deliciosa sopa antes de devorar sin pausas ese paquete de papas fritas que tienes en la alacena… Luego de tomar esta colación, piensa si realmente sigues con hambre o sólo buscas calmar la ansiedad que sientes por esta pérdida.
- Prepara grandes cantidades de comida para que pueda rendirte durante varios días y así no tener excusas cuando no tienes deseos de comer o cocinar. Por ejemplo, haz una olla grande de sopa, corta las verduras de la semana y déjalas hervidas o bien deja preparado un delicioso batido de frutas para el desayuno.
- No comas mientras estás mirando televisión ya que lo harás sin tomar consciencia de lo que estás haciendo. Saborea cada bocado, disfrútalo y advierte sus aromas.
- Los ejercicios de respiración así como diversas herramientas de expresión de las emociones como, por ejemplo, escritura, fotografía, dibujo, etc. pueden ayudarte a calmar el estrés y ansiedad que estás experimentando. De esta manera, en vez de lidiar con los sentimientos con un delicioso sándwich puedes identificar qué emociones son las que te aquejan en este proceso de duelo.
¡COCINA EN SU MEMORIA!
Poner en práctica las recetas favoritas de tu ser querido fallecido es una excelente manera de recuperar el interés por las comidas.
Luego de la muerte de un ser querido, hacer la comida puede volverse en un verdadero desafío. No sólo podemos perder el apetito sino que también es usual que no tengamos deseos de cocinar. Sin embargo, ¿sabías que la comida puede ser una excelente herramienta para ayudarte a sanar este dolor? Todos atesoramos en nuestra memoria aromas, texturas y sabores de aquellas deliciosas comidas que conservan los más bellos recuerdos de ese familiar que has perdido. La comida conecta a las familias que cada día se sientan a compartir una mesa luego de una larga jornada laboral por lo que la cocina puede tener grandes poderes curativos para los dolientes que utilizan las recetas de su abuela, padre o tía para reencontrarse con los más íntimos recuerdos… Ofrece un verdadero alivio ante el abrumador dolor que no nos deja descansar así como brinda una calidez indescriptible a nuestra alma.
Esta actividad está recomendada cuando se supera la etapa más profunda del duelo ya que la activación de estas experiencias pasadas puede llevar a momentos de angustia y nostalgia aunque también te propondrá una sensación de confort al degustar en cada bocado los buenos momentos que supieron disfrutar juntos. Inclusive puedes organizar un libro de recetas en donde reunir todos los platos que tu familiar solía cocinar cuando tú estabas con él o ella. De esta manera, en una fecha especial o en un día que tengas deseos de reencontrarte con estos sabores puedes acudir al libro, buscar esa receta que tanto te gusta y revivir la historia familiar que cada ingrediente conserva consigo.
Fuente: manejodelduelo.com
Como controlar la Ansiedad
¿Has escuchado hablar sobre la ansiedad? Seguramente sí pero, lo mejor no sabes su verdadero significado, por qué se da y como se puede vencer o tratar. Si estás en esa posición a continuación te develamos las mejores maneras para acabar con este.
Lo cierto es que la ansiedad es un sentimiento de miedo, desasosiego y preocupación que muchas personas describen como “mariposas en el estómago”, náuseas e incapacidad para concentrase y relajarse, y este es un problema que a diario millones de personas en el mundo sufren… Muchas personas al no sentirse tranquilas se mueven constantemente, tienden a comer dulces, postres y comidas rápidas y se refugian en actividades que temporalmente les ayudan a sentirse bien. Sin embargo, estas soluciones tan sólo ofrecen resultados temporales y la ansiedad regresa en cuanto se acaba el efecto. Si estas padeciendo de ello, a continuación te decimos unas formas ideales y naturales de controlarla qué te harán mucho bien… sigue leyendo…
Para evitar que estas emociones aumenten empieza usando una dieta balanceada que llene de nutrientes el sistema nervioso central. Aunque lo que alivia el estrés no siempre resulta igual para todos, llevar a cabo ciertos cambios en el estilo de vida es el mejor comienzo.
Para empezar dedica unos minutos de tu tiempo a realizar una lista de las posibles causas que disparan tu ansiedad. Y empieza por comer porciones pequeñas durante el día en vez de porciones grandes te ayudará mucho, al igual que comer menos dulces, chocolates y bebidas gaseosas, ya que las cantidades altas de azúcar tienden a aumentar los síntomas de la ansiedad. Por este mismo motivo es importante que reduzcas tu consumo de cafeína, té y otras bebidas estimulantes. Si te resulta muy difícil dejarlas puedes consumir estas bebidas descafeinadas como alternativa.
Drogas psicoactivas como el alcohol y el tabaco también pueden causar o empeorar el estrés y la ansiedad, así que si recurres a ellos como manera de aliviar tus síntomas busca alternativas para dejarlos y aprende nuevas formas de controlar el estrés de manera diferente. Puedes intentar tomar clases de yoga o tai chi y aprender los beneficios de la meditación. Veinte minutos diarios de cualquier deporte o ejercicio reducirá notablemente tu ansiedad y diez minutos de meditación te ayudarán a tranquilizar tu mente y a disminuir los pensamientos que tienden a aumentar tu estrés.
Las actividades con tu familia en tu trabajo no puedes descuidarlas, por eso programa un poco de tiempo libre todos los días y recuerda incluir a las personas con las que más disfrutas, entre ellas tu familia. ¡Ya con esto habrás ganado mucho!
Fuente: www.cuidadoysalud.com
¿Es Normal no Llorar a Pesar de la Tristeza?
Para muchas personas el llanto es una parte imprescindible en el proceso de duelo… A través de cada lágrima expresan las emociones y la angustia que sienten en su corazón mientras se encuentran abrumados por una pérdida que ha cambiado irremediablemente sus vidas. Sin embargo, es posible hacer el proceso de duelo sin derramar lágrimas ¿Sabes por qué? porque el duelo, como siempre te decimos, es una experiencia universal con respuestas individuales frente al dolor afectando a esta elaboración no sólo las herramientas personales del doliente sino también las causas de la muerte, el vínculo que te unía a la persona fallecida, tu personalidad, el tiempo que has tenido para prepararte para esta ausencia, entre otros factores.
¿POR QUÉ NO PUEDO LLORAR LA MUERTE DE MI SER QUERIDO?
No te presiones si no sientes deseos de llorar… A veces se necesita el tiempo y el espacio adecuado para expresar estas emociones.
¿Sientes que los demás te juzgan porque no has derramado ni una lágrima luego de la pérdida de tu familiar? ¿Te muestras preocupado porque no puedes expresar tu tristeza a través del llanto? A pesar de la asociación aparentemente lógica entre el dolor por la pérdida de un ser querido y el llanto, las lágrimas derramadas no manifiestan necesariamente la medida de tu tristeza ni la prueba de tu dolor. Algunas personas lloran más fácilmente que otras… Cada persona elabora el proceso de duelo a su manera avanzando a su propio ritmo y modo mientras que las lágrimas no son la única herramienta emocional para expresar lo afectado que te encuentras por la muerte de alguien importante para ti. Puedes estar realmente devastado por esta pérdida y nunca haber derramado una lágrima. Sin embargo, has podido utilizar otras expresiones verbales y no verbales para expresar tu angustia. Cada doliente expresa su dolor de una manera única de acuerdo no sólo al tipo de vínculo que lo unía a la persona fallecida sino principalmente de acuerdo a su personalidad y la forma en que normalmente comunica sus emociones. Mientras algunos son más abiertos emocionalmente, otros son más reservados en sus sentimientos… No está ni bien ni mal, sino que son simplemente modos diferentes de comunicar nuestra reacción emocional frente a esta muerte.
Sin embargo, esta incapacidad de llorar puede volverse perjudicial cuando no se trata de una característica de la personalidad del doliente sino de una represión de las lágrimas debido a falsas ideas sobre cómo tratar estos sentimientos vinculados al duelo. Muchas personas suelen pensar “No es justo cargar a otros con mi dolor”, “Tengo que ser fuerte para mis hijos”, “Tengo que mantenerme ocupado”, “Ahora no tengo tiempo para llorar, debo resolver problemas”, etc. Inclusive considerando el género, el llanto sufre diferencias. Las mujeres lloran cuatro veces más que los hombres mientras que el promedio de los ataques de llanto femeninos duran aproximadamente seis minutos, cuando el de los hombres sólo se prolonga a cuatro minutos pero ¿por qué las mujeres suelen derramar más lágrimas? No sólo puede ser debido a que tienen hasta un 50% o 60% más de prolactina, una hormona que estimula el impulso por llorar, sino que además influyen aspectos culturales donde se construye la imagen de un hombre al que desde niño se le enseña que no debe llorar, ya que esto significa un síntoma de vulnerabilidad… ellos siempre deben mostrarse fuertes para proteger a su familia. Estas ideas no sólo son falsas sino que además son perjudiciales ya que te privan de mostrar las emociones que experimentas en tu proceso de duelo.
En estos casos, el bloqueo de las lágrimas puede ser contraproducente. Por lo tanto, el primer paso es reconocer que te ves afectados emocionalmente por esta muerte. Luego de la partida de tu ser querido ¿sueles aislarte? ¿Tienes problemas para manejar tus actividades habituales? Si te sientes abrumado por estas emociones te aconsejo buscar la ayuda de un profesional especialista en duelo para que pueda ayudarte a lidiar con esta pérdida o bien participar de los grupos de apoyo en donde encontrarás un espacio para compartir tu experiencia sin temor a ser juzgado.
¿NOS AYUDA LLORAR EN EL PROCESO DE DUELO?
Las lágrimas suelen ser un modo de expresar la tristeza abrumadora que sientes luego de la muerte de un ser querido.
Cuando sientes angustia, las lágrimas derramadas ayudan a liberar toxinas que limpian nuestro cuerpo del estrés y el dolor emocional que sentimos… En este sentido, el llanto brinda beneficios fisiológicos tales como la estimulación del sistema nervioso parasimpático (primordial para la relajación), la liberación de opioides (sustancias químicas que afectan los sentimientos de placer) y la liberación de oxitocina (hormona vinculada a la reducción del estrés).
Sin embargo, el mayor beneficio no proviene del llorar en sí mismo sino de la comodidad y apoyo que otros nos ofrecen al percibir nuestras lágrimas estimulando el vínculo con quienes nos rodean. Cuando estas emociones se intentan reprimir continuamente pueden minar nuestro cuerpo causando posibles síntomas físicos como, por ejemplo, obesidad, enfermedades del corazón, diabetes y presión arterial alta. Es por ello que cuando cohibimos las lágrimas no sólo podemos enfermarnos fácilmente sino que la ira y la rabia contenida buscarán caminos destructivos para canalizarse.
A continuación te mencionamos algunos beneficios del llanto:
- Alivia el estrés. El llanto es considerado una herramienta emocional saludable en momentos de gran estrés ya que no sólo permite reconocer los sentimientos que experimentas sino que también contiene cloruro de potasio, manganeso y adenoscorticotropina (sustancias estresantes que dañan el organismo). Con cada lágrima que derramas estás liberando estas toxinas causando una sensación de bienestar.
- Disminuye la presión arterial. Diversos estudios aseguran que quienes expresan su dolor a través del llanto son menos propensos a sufrir de enfermedades cardiovasculares. Las lágrimas reducen la presión arterial y la frecuencia del pulso debido a que ayudan a liberar la tensión y expresar las emociones más profundas.
- Mejora el ánimo. El manganeso es un mineral que afecta notablemente el estado del ánimo. El llanto permite reducir sus niveles ya que se encuentra hasta 30 veces más concentrado en las lágrimas que en cualquier parte del cuerpo. Por lo tanto, estimula nuestro estado de ánimo ayudándonos a hacer frente a situaciones dolorosas.
El llanto pareciera ser un botiquín natural de primeros auxilios para cuando nos sentimos tristes… Cuando tengas deseos de llorar hazlo sin temor a lo que piensen los demás… No sólo estarás más tranquilo sino que además podrás afrontar los próximos días con mayor fortaleza.
HERRAMIENTAS QUE TE AYUDARÁN A EXPRESAR TU TRISTEZA
No todos reaccionamos emocionalmente de la misma manera luego de la pérdida de un ser querido pero ¿cómo podemos expresar lo que sentimos?
Aquí te brindamos algunas herramientas para que puedas identificar y expresar tus emociones:
AMIGOS. Apóyate en amigos de confianza para identificar y expresar lo que sientes durante este proceso de duelo. Tu círculo de amigos puede brindarte un espacio seguro en donde ser tú mismo. Expresa con ellos lo que sientes abierta y honestamente sin compararte con los demás.
CUADERNO. Compra un cuaderno y escribe diariamente en él todo lo que sientes acerca de la muerte, la pérdida y el duelo ¿Has sentido impotencia? ¿Reaccionaste de forma exagerada ante una situación laboral o doméstica? Escribe todo lo que consideres importante para comprenderte a ti mismo, las causas de esta tristeza y el dolor que sientes. Este ejercicio te permitirá identificar tus emociones más íntimas para brindarles una canalización saludable así como también reflexionar en el futuro cómo este dolor te puede haber fortalecido como persona.
ARTE. Utiliza el arte para canalizar las emociones más profundas que sentimos luego de la pérdida de un ser querido ¿Hace cuánto tiempo no tomas esos pinceles? ¿Cuándo fue la última vez que escribiste un poema? No dudes en retomar aquellas actividades que te permitan describir lo que estás sintiendo desde que has sufrido la ausencia de tu ser querido. Desde un cuento hasta una canción o una pintura pueden ser grandes herramientas terapéuticas.
GRUPOS DE APOYO. El dolor por la pérdida de un ser querido suele ser muy privado pero, el compartir tu experiencia con otras personas que atraviesan una pérdida similar a la tuya podría ayudarte a comprender lo que estás atravesando. Muchas personas encuentran en este espacio profundos beneficios no sólo porque les ayuda a saber que no son los únicos en duelo sino también porque pueden comprender que sus emociones mientras adquieren valiosas herramientas para el manejo del dolor.
ESPECIALISTA EN DUELO. Si bien cada persona expresa su dolor de una manera absolutamente personal, es posible que te sientas abrumado por la tristeza de esta pérdida o que no encuentres un espacio apropiado donde canalizar este dolor. No dudes en solicitar ayuda profesional para hablar sobre tu experiencia y los sentimientos que te embargan en esta etapa de tu vida.
Nadie tiene el derecho de juzgar la forma en que debes sentir esta pérdida. Todos respondemos a las tensiones emocionales que implica la muerte de un ser querido a nuestro propio tiempo y manera. Lo importante es encontrar una manera eficaz de canalizar estas emociones que sea coherente contigo mismo.
Fuente: manejodelduelo.com
7 Claves Para Vivir Mejor Tras Una Perdida
Comúnmente nos preparamos para trabajar, alcanzar metas o ganar dinero. Pero raramente nos enseñan cómo enfrentar las pérdidas que, de forma natural, se producen en la vida. Puede tratarse de la pérdida de un familiar, una mascota o de una condición, como sucede tras un divorcio o separación. En cada uno de estos casos podemos tener la sensación de no saber cómo empezar a manejarnos frente a la pérdida.
Precisamente, este artículo tiene el propósito de ayudarte a navegar los exigentes tiempos de los primeros días del duelo.
Cuando entramos en un duelo, sin información ni experiencia, nos encontramos en un territorio desconocido y enigmático. Hay muchos aspectos prácticos, emocionales y hasta espirituales que súbitamente tenemos que resolver.
Nuestro mundo se transforma, puede volverse caótico, bien cuando la pérdida se relaciona con algo que sabíamos sucedería o con algo imprevisto como ocurre en un accidente o tragedia natural.
Es cuando recién encaramos la pérdida cuando nos damos cuenta de toda la dimensión y demanda emocional que nos impone.
Sin embargo, hay maneras de lograr que desde sus inicios el duelo sea más leve.
Basados en la experiencia de centenares de personas que han podido elaborar sus duelos armoniosamente y restablecer su equilibrio vital de una manera eficaz, encontramos que hay algunas herramientas y acciones claves que universalmente facilitan el proceso de cambio en sus primeras etapas.
1ª clave: No tengas prisa, no te presiones
Date un tiempo para entender o reflexionar sobre lo que pasó. El duelo es un periodo especial de tu vida que puede implicar grandes cambios y no todos ellos pueden entreverse ni digerirse desde el primer momento. En la medida de lo posible, no saltes a tus labores cotidianas de inmediato. Permítete una pausa: asume que estás iniciando un duelo.
Cada duelo es único y sigue su propio curso. Procura delegar o posponer tareas en el hogar o en el trabajo y permite unos días para reencontrarte paulatinamente con tu rutina.
2ª clave: Aprende a pedir ayuda
En los primeros días del duelo, debido a las exigencias emocionales que implica, las más pequeñas tareas pueden volverse labores agotadoras por lo que es importante pedir asistencia. Procurar acompañamiento en realizar diligencias, compras o labores domésticas es altamente recomendable. De hecho, debido a todo lo que estamos procesando interiormente, es natural que nos cueste concentrarnos o perdamos la atención, lo que nos hace susceptibles a accidentes.
3ª clave: Expresa lo que sientes
Es saludable comunicar lo que sientes, las emociones que te embargan es bueno hablarlas con una persona de confianza que te pueda comprender y apoyar. Reconocer tu experiencia y hacérsela sentir a otros no es un signo de debilidad.
4ª clave: Es bueno llorar
El llanto tiene un efecto regulador del organismo y produce una sensación de liberación después de llorar. Esto es particularmente importante para los hombres a quienes en muchos contextos se les has hecho creer que llorar es poco masculino y un reflejo de debilidad. No te impidas llorar, el llanto es la expresión de la tristeza.
5ª clave: Atiende los síntomas que manifieste tu cuerpo
También es importante detenerse para revisar cómo se está sintiendo uno físicamente. Dolores de cabeza, migrañas, malestares gastrointestinales, mareos y dificultades respiratorias son comunes.
Si se está sometido a tratamientos o medicaciones por enfermedades preexistentes es vital respetarlos pues síntomas controlados son susceptibles a reaparecer o agravarse durante el duelo.
6ª clave: Asiste a ritos o ceremonias
Cualquiera que sean tus creencias procura atender los oficios religiosos o crea tu mismo tu propio ritual. Los funerales y misas en caso de una muerte o actos simbólicos que permitan las despedidas son invaluables pues no sólo sanan nuestros pensamientos sino también nuestros niveles emocionales.
7ª Clave: Contáctate con la naturaleza
Respirar aire fresco, exponerse a la luz del sol, abrazar un árbol, tomar un breve paseo en el parque o acariciar un animal pueden tener un efecto maravilloso sobre una persona que comienza a atravesar una situación de duelo.
Es posible que la sanación sea un proceso lento y doloroso, y que algunos dolientes necesiten apoyo psicoterapéutico. Si ese es tu caso, no dudes en buscar ayuda profesional.
Fuente: manejodelduelo.com
Mi Oportunidad Para Ayudar a Otros
Muchas veces sentimos que no podremos seguir adelante y que el dolor atraviesa nuestro cuerpo y alma. Sin embargo, luego de experimentar esta triste situación ya sea por la pérdida de un familiar, un hecho delictivo o diversas circunstancias que dejaron una huella en nuestro corazón es posible transformar este sufrimiento en un gesto solidario. ¿Qué significa esto?
Cuando debemos afrontar una situación traumática o dolorosa sentimos que somos los únicos a quienes nos suceden estas cosas. Sin embargo, falta que miremos un poco a nuestro alrededor para darnos cuenta que cientos y miles de personas atravesaron o están atravesando una situación similar a la nuestra. Y si miramos aún un poquito más podremos observar cuántas de estas personas decidieron transformar este dolor en amor y están dispuestas día a día a ayudar a quienes lo necesitan.
La vida nos enseña con el tiempo que el dolor y el odio no nos conducen a los lugares deseados y que la vida se trata de un dar y recibir constante. ¿Vale la pena quedarnos encerrados en nuestro dolor o mejor aún vale la pena guardar nuestra experiencia para nosotros mismos cuando hay cientos de personas que pueden aprender de ella? Ayudar a quienes están atravesando lo mismo que alguna vez yo enfrenté es un acto profundo de amor y de reflexión ¿O acaso no es la mejor opción responder a los obstáculos que nos presenta la vida con un gesto solidario de amor que transforme nuestra dolorosa experiencia en ayuda a quienes están atravesando lo mismo?
De eso se trata la vida, de aprender de sus matices buenos y malos pero también de no dejarnos vencer por la angustia y transformarla en el amor más puro: ayudar y acompañar a quienes están experimentando la misma dolorosa situación que alguna vez yo logré superar.
Fuente: manejodelduelo.com
El Cuidado Personal Durante el Duelo
Cuando pierdes a un ser querido, puedes sentirte profundamente cansado y angustiado por el dolor que causa esta ausencia… La rutina cotidiana tiende a paralizarse y a lo mejor poco a poco dejas de cuidar tu salud física para concentrarte sólo en comprender cómo harás para seguir adelante luego de esta muerte. No tienes fuerza para satisfacer tus necesidades básicas y sientes las consecuencias emocionales de este proceso de duelo en cada parte de tu cuerpo. Quizás ya no puedes dormir como lo hacías antes, la comida te parece un estorbo mientras que el agotamiento hace que cada pequeña tarea doméstica y/o laboral se vuelva en una pesada carga… Estas son tan sólo algunas de las respuestas físicas que expresará nuestro cuerpo frente a un proceso de duelo que rompe definitivamente con nuestra rutina tal como la conocíamos.
Sin embargo, suele ser difícil promover el autocuidado físico en una sociedad en la que se suele decir que “debes ser fuerte”, “ya se te pasará, mantente ocupado” o “deja atrás el pasado” pero ¡no los escuches! Procura abrazar tus sentimientos de pérdida, expresarlos y encontrar aquellas herramientas que te permitan cuidar de tu bienestar físico… Poco a poco podrás encontrar una nueva normalidad en tu vida. En este artículo queremos brindarte algunos consejos para que puedas cuidar de tu cuerpo durante el proceso de duelo.
6 CONSEJOS PARA CUIDAR TU CUERPO DURANTE EL DUELO
El estrés por la pérdida de un ser querido hace que nuestro sistema inmunológico se vuelva más vulnerable a los problemas físicos.
Dolores musculares, palpitaciones, mareos, falta de aire, opresión en el pecho, cambios en el apetito, falta de sueño, cambios en el ciclo menstrual, tensión física generalizada o dolores de cabeza son tan sólo algunas de las consecuencias físicas que tendrá el proceso de duelo en tu cuerpo. Esto se debe a que el estrés producido por esta muerte suele volver más vulnerable a tu sistema inmunológico frente a posibles enfermedades o síntomas físicos. Es por eso que muchas veces puedes sentir que no tienes un control sobre cómo tu cuerpo está respondiendo… El cuerpo es la casa en la que habitarás hasta el último día de tu vida por lo que es de vital importancia que puedas escuchar lo que él tiene para decirte para así cuidarlo de los riesgos externos… Sé amable con él… Responde a sus necesidades. Recuerda que será el vehículo biológico que nos acompañará a través del proceso de duelo para encontrar poco a poco un nuevo sentido a la vida.
- SUEÑO. Durante el proceso de duelo es usual que tengas problemas para levantarte de la cama a la mañana, no puedas conciliar el sueño al acostarte o bien te despiertes en el medio de la noche sin poder volver a dormir. El duelo es emocionalmente agotador… Tu cabeza no deja de pensar cómo harás para vivir sin tu ser querido mientras que cada noche se vuelve en una larga batalla cargada de lágrimas y recuerdos. Procura dormir lo suficiente cada noche ¿Cómo? Establece una rutina diaria de sueño. Levantarte y acostarte a la misma hora cada día te ayudará a regularizar el ciclo de sueño. Puedes tomar una infusión de hierbas anti-estrés antes de acostarte, hacer una meditación guiada o bien tomar un baño relajante.Si no has tenido una noche de sueño reparador, puedes compensar estas horas de sueño tomando pequeñas siestas diarias. Según The National Sleep Foundation, una siesta de 20 a 30 minutos permite mejorar el estado de alerta y el rendimiento sin por ello interferir con el sueño nocturno. ¡Cuidado! Esto no significa que debas estar todo el día durmiendo en el sofá sin hacer nada… Muchas veces este exceso de desgano y los deseos de hundirte en la cama no es sino un signo de depresión. Si te has acostado pero no logras dormirte, es recomendable que te levantes de la cama y vayas hacia un lugar cómodo donde puedas leer un libro, tomar una leche tibia o escuchar un poco de música relajante hasta que lentamente vuelvas a conciliar el sueño. Evita tomar café o té durante las horas próximas a dormir. Para conocer más sobre los problemas de sueño durante el proceso de duelo haz click en este artículo: El sueño y el duelo.
- ALIMENTACIÓN. El duelo es un trabajo duro por lo que la alimentación es el principal combustible que tiene el cuerpo para hacer frente a los desafíos físicos y emocionales de este proceso. Es usual que en el duelo sufras cambios en el apetito. Algunas personas no sienten deseos de comer y menos aún ganas de ponerse a cocinar… toman un poco de comida chatarra y se acuestan a dormir. Otras personas comerán en exceso mientras que un paquete de galletita o de papas fritas se volverá en un gran aliciente para el dolor emocional. Antes de tomar esta comida chatarra, piensa por unos minutos ¿Realmente tengo hambre o sólo lo hago para aliviar mi angustia? De esta manera, podrás identificar las emociones que están detrás de estas conductas.Procura tener una alimentación nutritiva y equilibrada basada en frutas, verduras, grasas monoinsaturadas y ricas en omega 3. Limita la comida chatarra y abandona los carbohidratos, la cafeína, el alcohol y el tabaco que sólo te quitan energía. Durante las primeras semanas, puedes pedirles a tus amigos y/o familiares que te ayuden en la elaboración de las comidas. Pueden hacerte varios platos para la semana para que no tengas excusas… sólo deberás descongelarlo y ¡la comida estará lista! Otra opción es que escojas un día de la semana para dedicarte a cocinar grandes cantidades de comidas que te rindan para varios días. De esta manera, no tendrás excusas para no comer. Recuerda respetar las cuatro comidas diarias dedicándole el tiempo necesario a cada una de ellas… apaga la TV y disfruta de este plato en familia.
- ACTIVIDAD FÍSICA. La actividad física puede ayudarte a aliviar muchos de los síntomas físicos del proceso de duelo. Por ejemplo, es un buen estimulante del sueño, alivia el dolor de espaldas, disminuye la sensación de fatiga y fortalece el sistema inmunológico. Sin embargo, uno de los desafíos más difíciles de superar cuando estás en duelo es volver a la rutina diaria mientras que hacer ejercicios puede parecer realmente abrumador… No tienes que correr una maratón ni escalar una montaña… simplemente salir a dar una vuelta manzana, hacer 30 minutos de ejercicios de estiramiento o pasear en bicicleta será un gran aliciente para tu bienestar físico y emocional.Si lo deseas, puedes hacer esta caminata acompañado por un amigo y/o familiar… de esta manera se estimularán mutuamente mientras que no te aburrirás ¡no tendrás excusas! Cuando haces ejercicio no sólo necesitas una intensa concentración sino que alcanzas una profunda sensación de control. Este ejercicio aumentará el flujo de sangre al cerebro permitiendo sentirte más concentrado, promoverá el estado de calma e incrementará las endorfinas en tu cuerpo motivando el estado de ánimo. Es por ello que es una de las estrategias más eficaces de prevención y tratamiento para la depresión. Recuerda consultar con tu médico sobre las mejores opciones para ti si estás pensando en comenzar una rutina de ejercicios.
- EVITA EL ALCOHOL. El alcohol es una toxina que en tiempos de dolor funciona como una “anestesia” para adormecerte, automedicarte y evitar una realidad imposible de ocultar… Habla con tu médico de familia si estás preocupado por cómo te sientes pero no recurras a las adicciones para ocultar este dolor. Sé que estás abrumado por la tristeza que te ha causado esta pérdida pero el consumo de drogas y alcohol sólo retrasará tu proceso de duelo. Es tentador pero no es una habilidad de afrontamiento saludable… sólo enmascara los problemas emocionales con una solución temporal.Evita la automedicación y elabora las emociones propias de este camino… poco a poco tu pena será menos intensa y dolorosa. Esto no significa que debas eliminar el alcohol de tu vida… no está mal tomar una copa de vino cuando estás en una cena o un vaso de cerveza cuando te reúnes con amigos… el problema es cuando sientes que el alcohol o las drogas son el mejor camino para afrontar este proceso de duelo. Recuerda que el dolor te hace más vulnerable teniendo un mayor riesgo de desarrollar problemas con el alcohol. Es primordial que desarrolles la moderación para evitar que este consumo obstaculice tu duelo.
- EL DISFRUTE. Durante las primeras semanas de duelo es normal que destines todas tus energías en comprender cómo harás para sobrellevar esta pérdida mientras comienzas un proceso de adaptación buscando una y otra vez respuestas a tu sufrimiento. Destina al menos una o dos veces por semana un momento del día para hacer actividades que favorezcan el descanso, la relajación y la diversión. ¿Qué actividades querías empezar o solían gustarte hacer antes de la pérdida de tu ser querido? Haz aquello con lo que te sientas cómodo y que te conecta con las personas y las cosas que te gustan.No dudes en retomar aquellas distracciones que solías disfrutar… pintar, ir a canto, escuchar música, tocar la guitarra, escribir poemas… Son ejercicios que pueden ayudarte a dejar de pensar en esta ausencia distrayendo a tu mente por unos minutos mientras que alivias los síntomas físicos causados por este agotamiento renovando las energías para continuar con este proceso de duelo. Destinar este tiempo para el disfrute te permitirá mejorar tu estado de ánimo encontrando nuevos medios de expresión donde reflexionar y expresar sobre los sentimientos, miedos y deseos que tienes desde la pérdida de tu ser querido pero que no puedes expresar en palabas.
- RELAJACIÓN. ¿Tuviste un largo día en el trabajo? ¿No has podido dejar de pensar ni un minuto sobre esta ausencia? Un baño relajante, masajes descontracturantes o una meditación diaria son tan sólo algunas de las actividades de relajación que puedes incorporar para el cuidado de tu salud física y emocional ¡No te sientas culpable por disfrutar de este pequeño gesto de cariño! Cuando estás en duelo, el cuerpo está bajo un profundo estrés por lo que debes asegurarte de tomar cada día un tiempo para relajarte. Tus músculos están más tensos, tus hombros sienten una cargada mochila mientras que tu mente parece correr como nunca antes lo hizo. Recuerda que estas tensiones no deben ser menospreciadas… muchas veces suelen causar problemas de salud como, por ejemplo, afecciones cardíacas, colesterol o presión arterial. Aprender a relajarse mental y físicamente puede equilibrar nuestra respuesta frente al estrés del proceso de duelo. Podemos quedarnos atrapados en las tensiones de la vida o bien practicar actividades de relajación y/o técnicas de meditación que nos permitan traer la calma y la quietud. Un baño relajante es un remedio natural contra la ansiedad y el estrés por lo que apaga el celular, coloca un poco de música y aceites esenciales que brinden un agradable aroma al ambiente… Cierra los ojos y concéntrate sólo en el contacto del cuerpo con el agua. Si deseas hacer meditación o yoga, busca un lugar tranquilo y confortable de la casa en donde nadie te moleste. Puedes comenzar haciendo aquellos métodos de relajación con los que ya te encuentras familiarizado porque los has utilizado en el pasado o bien buscar en Internet videos de meditación guiada para principiantes que te permitan liberar tus emociones negativas. Aquí te acercamos esta meditación que puede serte de utilidad:
El cuerpo suele sufrir las consecuencias físicas y emocionales del proceso de duelo… la energía se acaba, los dolores se vuelven más frecuentes mientras que los problemas de sueño y/o apetito incrementan aún más el estrés de este arduo camino emocional. Procura dedicarte cada día a cuidar tu cuerpo para así poder afrontar el proceso de duelo con la entereza y energía que requiere.
Fuente: manejodelduelo.com
Como Dormir Mejor Durante el Duelo y Combatir el Insomnio
El proceso de duelo puede afectar notablemente el ciclo de sueño generando consecuencias físicas y emocionales en el doliente.”
La pérdida de un ser querido despierta en nosotros una gran ebullición de emociones: miedo, culpa, tristeza, enojo, frustración e impotencia son tan sólo alguna de ellas. Una consecuencia frecuente de este momento tan complejo es la falta de sueño… Te acuestas con un cansancio mental y físico abrumador, apagas la luz, cierras los ojos pero tu cabeza no se detiene. Las preguntas, las palabras no dichas, el dolor incesante y las incertidumbres de esta ausencia no sólo nos impiden tener un descanso reparador sino que es usual despertarnos a lo largo de la noche. Si bien se trata de una consecuencia frecuente en los dolientes, la falta de sueño no debe ser ignorada ya que puede afectar notablemente nuestro estado de ánimo, sistema inmunológico, rendimiento físico, etc. haciendo aún más complejo este proceso de readaptación.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE TENER UN SUEÑO REPARADOR?
Un sueño adecuado es primordial para proteger tu salud física y mental, especialmente en momentos de gran estrés.
Durante el sueño, el cuerpo está trabajando para colaborar en el funcionamiento correcto del cerebro manteniendo tu salud física y emocional equilibrada. Mientras dormimos, el cerebro está elaborando complejas actividades de recopilación, memorización y aprendizaje de información optimizando tu capacidad para tomar decisiones y ser más creativo.
La falta de sueño está vinculada a conductas de riesgo como la depresión o el suicidio ya que genera profundos efectos en el control de las emociones. Por lo tanto, cuando no tienes un sueño de calidad tiendes a ser menos productivo en el trabajo y/o en las tareas diarias requiriendo más tiempo para terminar cualquier actividad que hayas emprendido debido no sólo a que tienes una capacidad de reacción más lenta sino también a que tiendes a cometer más errores. Esto puede dar lugar a una fuerte irritabilidad, mal humor e intranquilidad dejándote demasiado cansado para hacer las cosas que solías disfrutar en tus tiempos libres.
Cuando estos problemas de sueño comienzan a hacerse crónicos, aumentan los riesgos de padecer problemas de salud como, por ejemplo, enfermedades cardíacas, presión arterial alta, enfermedades renales, diabetes y derrame cerebral. Esto se debe a que el sueño participa activamente en la calma corporal, la reparación del corazón y de las células coronarias. Sin embargo, esto no es todo. Una deficiencia en el dormir incrementa notablemente los riesgos de obesidad ya que un sueño reparador logra mantener un equilibrio entre las hormonas que te hacen sentir apetito (grelina) y las hormonas que te hacen sentir satisfecho (leptina) por lo que cuando no duermes las horas necesarias es usual que la grelina incremente su nivel haciéndote sentir mayores deseos de comer.
Como puedes observar, las consecuencias de un mal sueño pueden convertirse en un verdadero problema para nuestra salud. Pero ¿Cuántas horas debo dormir?
¿CUÁNTAS HORAS DEBO DORMIR?
El sueño es una parte natural de la vida permitiendo que el cuerpo y la mente funcionen normalmente.
Cuando descansas sin interrupciones, los músculos están relajados, el cerebro trata de brindar sentido a los pensamientos mientras que las células producen las proteínas necesarias para restaurar tu sistema físico, emocional e inmunológico…
Mientras algunas personas pueden estar satisfechas con 7 u 8 horas de descanso, otras pueden permanecer en alerta y tener un excelente rendimiento físico y mental con sólo 6 horas. Las necesidades de sueño dependerán no sólo de las propias características biológicas y genéticas de cada persona sino también de los factores vinculados al estilo de vida. Entonces ¿Cómo sé si estoy durmiendo lo suficiente?
Por un lado, las necesidades varían de acuerdo a la edad de cada persona. Mientras los niños pequeños requieren de 9 a 10 horas y los niños en edad escolar necesitan de 9 a 11 horas, los adultos demandan sólo de 7 a 8 horas diarias. Además de este factor, es importante considerar el estilo de vida que podría estar afectando la calidad y cantidad de tu sueño. En este sentido, el estrés producido por el proceso de duelo será un aspecto determinante en este cálculo ya que no sólo produce interrupciones frecuentes en el dormir sino que produce una regular carencia de sueño acumulando un agotamiento físico y mental en quien lo padece ¿Tienes sueño mientras trabajas? ¿Has perdido la concentración? ¿Tomas mucho café? ¿Solías dormir más horas? ¿Miras TV antes de acostarte? ¿Eres productivo y saludable con estas horas de sueño? Estas son algunas de las preguntas que debes responderte para saber si la cantidad de horas que duermes son adecuadas para ti.
¿CÓMO PUEDO CONCILIAR EL SUEÑO?
Afortunadamente, estos trastornos podemos contrarrestarlos con pequeñas estrategias que nos ayudarán a alcanzar un sueño de calidad.
Durante el proceso de duelo, es usual que estos trastornos en el sueño se vuelvan en un verdadero desafío. El dolor por la pérdida de tu ser querido puede mantenerte en vilo durante horas o bien despertarte a mitad de la noche para recordarte que esta angustia no repara en descansos…
Si estas teniendo problemas en el sueño, te sugerimos que tomes en cuenta estos simples pero efectivos consejos:
1. Crea una rutina. Procura levantarte y acostarte a la misma hora cada día para que tu cuerpo se regularice en un horario ayudándote en el ciclo del sueño. Los fines de semana evita las jornadas de sueño excesivas… Si bien es usual que tengamos unas horas más de sueño, los fines de semana procura mantener horarios similares a los de los días de semana para así hacer más fácil este ciclo cuando comienza el lunes.
En caso de que te despiertes en medio de la noche, levántate de la cama y realiza una actividad que te genere placer y te relaje. Por ejemplo, lee un libro, escribe un diario, toma una taza de leche tibia… Cuando sientes que nuevamente tienes deseos de dormir vete a la cama.
2. Relájate antes de ir a dormir. No te acuestes en la cama cuando estás totalmente despierto ya que genera mayor ansiedad y empeora el insomnio. Antes de irte a dormir, tómate unos minutos para relajarte escuchando música hasta que sientas un cierto cansancio. Puede ser música instrumental, sonidos de la naturaleza o imágenes guiadas… Todo depende de tu propia elección. Pon una luz tenue en la habitación, coloca alguna vela aromática o aceite esencial y déjate llevar por el sonido relajante de esta melodía que te ayudará no sólo a calmar tu mente sino también a liberar la tensión física del día. Si bien cada persona encontrará un método diferente para relajarse, te recomiendo que consideres videos como este para dormir.
3. Realiza ejercicios físicos. Un paseo por la plaza, andar en bicicleta o correr durante 30 minutos por día conectándote con la energía de la naturaleza pueden ser excelentes ejercicios que te ayuden a conciliar el sueño. Recuerda no presionar a tu cuerpo que se encuentra cansado luego de una mala noche. No realices ejercicios que te exigen un gran rendimiento físico y menos aún luego de las 7 PM cuando estás cerca del horario de sueño ya que podría convertirse en un estímulo para tu cuerpo en vez de una estrategia de relajación.
4. Evita la cafeína y/o alcohol. Evita tomar café, chocolate y bebidas de cola luego de las 3 PM ya que es el principal antídoto contra el sueño. Si necesitas beber algo caliente, es preferible que ingieras un té de hierbas, una taza de agua tibia con limón o leche caliente…aunque sólo en pequeñas cantidades. Por otro lado, el consumo de alcohol suele ser visto erróneamente por el doliente como la mejor solución para olvidar el dolor y conciliar el sueño. Sin embargo, el alcohol afecta no sólo la profundidad del sueño sino que también interrumpe sus patrones normales perturbando notablemente la respiración y la frecuencia cardíaca. Por lo tanto, al igual que los cigarrillos, es un hábito que es preferible mantener alejado antes de ir a la cama.
5. Toma un baño caliente. Luego de un día arduo de trabajo no hay mejor manera de relajarse que tomar un baño caliente que aleje a nuestro cuerpo de las tensiones laborales, físicas y emocionales de la jornada. Procura tomarte el tiempo necesario para este baño… Se recomienda al menos unos 15 minutos.
Coloca música relajante, una vela aromática o aceite esencial y déjate llevar por la calidez del agua que te invita a tomarte una merecida pausa. Esta rutina no sólo te relajará sino que elevará la temperatura del cuerpo haciendo más sencillo poder conciliar el sueño.
6. Recibe masajes. El masaje es una de las estrategias terapéuticas más antigua que ha utilizado el hombre. Toma masajes que te permitan relajar el cuerpo y la respiración conduciéndote nuevamente al equilibrio que necesitas para dormir mejor. Procura tomar estos masajes al menos una vez por semana ya sea en tu casa o bien en un centro de spa al que puedas acudir. Es usual que se utilicen aceites y cremas para mejorar esta relajación mientras que una melodía instrumental te transportará lejos de las tensiones diarias que aquejan a tu cuerpo y mente ¿Te quedas dormido mientras recibes este masaje? ¡No tengas vergüenza! Es frecuente que esto suceda y se trata de una respuesta del cuerpo a la relajación profunda que sientes.
7. No mires TV en la cama. Asegúrate de que la habitación esté a oscuras y sea un lugar cómodo y aislado de los ruidos de los otros miembros de la familia… Los profesionales de la salud aseguran que la habitación sólo puede utilizarse para dormir y/o tener sexo por lo que no es aconsejable mirar en ella televisión o usar dispositivos móviles como celulares, tablets, etc. Deja de mirar televisión o utilizar la computadora al menos una hora antes de ir a dormir ya que la luz artificial que emiten estos dispositivos electrónicos contribuyen a que tu cerebro se encuentre en estado de alerta dificultando aún más la posibilidad de un sueño reparador.
LOS SUEñOS COMO HERRAMIENTA PARA TRABAJAR EL DUELO
El insomnio puede no ser casual
Muchos aspectos relativos a la pérdida son abordados desde el inconsciente y producen imágenes que se expresan en los sueños. A menudo los dolientes sueñan con la persona ausente, o las condiciones perdidas. Esto con frecuencia causa temor en las personas y hasta puede provocar aversión al sueño contribuyendo al insomnio. El soñar con los difuntos, o con las personas de las cuales nos separamos como es en el caso de un divorcio, es un recurso del inconsciente para resolver asuntos inacabados relativos a la pérdida, lo que ayuda a desarrollar los aspectos emocionales del duelo.
Es importante dormir bien para darse el permiso de soñar y atender el mensaje de los sueños durante etapas de duelo como una manera de “agilizar” su proceso. Existen métodos prácticos para ayudar a recordar los sueños y es ideal registrar las imágenes oníricas a fin de trabajarlas con un analista o psicoterapeuta para aprovechar el poder de sanación emocional de los sueños.
Fuente: manejodelduelo.com
¿Cómo Lidiar con el Dolor por la Pérdida de la Pareja?
Cuando muere la persona que has elegido para construir una familia y compartir tu camino hasta la vejez, sientes que la vida que tenías se termina casi totalmente con su partida. Los sueños se desploman, la rutina cotidiana cambia radicalmente y sientes que los planes de pareja se enterraron junto con tu marido o esposa. Él o ella ya no están aquí para permitirte disfrutar de su amor… nadie puede ayudarte con los niños… no tienes con quien hablar de manera tan íntima y sincera como solías hacerlo con él… el grupo de amigos que compartías con tu pareja se ha reducido.
La soledad se hace sentir profundamente mientras que elaboras un proceso de duelo con múltiples pérdidas secundarias (rol familiar, rol sentimental, rol financiero, etc.) que te han quitado repentina o paulatinamente tu sólida zona de confort, entonces ¿cómo podré reconstruir mi vida después de él o ella? Sé que sientes que no es justo que tú debas reconstruir tu vida nuevamente y que se hayan roto tus esperanzas, pero la vida nos enfrenta a desafíos emocionales complejos que, como luchadores que somos, debemos afrontar con valentía. Verás que algunas semanas serán más difíciles que otras pero lentamente podrás reconstruir tus fuerzas y reanudar una nueva vida repleta de desafíos pero también de esperanzas y nuevos proyectos. En este artículo queremos ayudarte a emprender este nuevo camino. ¿Estás preparado? ¡Entonces no dejes de leerlo!
CON LA PÉRDIDA DE LA PAREJA TAMBIÉN SE PIERDEN OTRAS COSAS…
Cuando muere tu cónyuge, pierdes a tu compañero, cómplice y confidente… una relación que suponías duraría para siempre.
Quienes pierden a su pareja no sólo deben elaborar el dolor de esta ausencia física sino que también deben afrontar una multiplicidad de pérdidas y cambios en su vida por lo que se trata de una de las experiencias más estresantes que puede vivir una persona. Entonces te preguntas “¿Cómo puedo empezar de nuevo si él o ella no está conmigo?”… “¿Cómo podré asumir yo solo/a todas las responsabilidades de la casa?”… “¿Por dónde empiezo?”
Como si fuera una reacción en cadena, el viudo/a debe realizar el duelo por las “pérdidas secundarias” que surgen como consecuencia de esta muerte. Estas pérdidas secundarias dependen no sólo de la edad de quien enviuda sino también del rol que ocupaba dentro de la estructura familiar. Sin embargo, el término “secundarias” no significa que estas pérdidas sean menos importantes. Muy por el contrario, cada una de ellas produce un profundo dolor en el doliente que debe adaptarse a nuevos roles así como también debe elaborar las consecuencias significativas que producen en su vida.
En algunos casos el viudo/a deberá asumir la responsabilidad económica de la casa, mientras que en otros casos deberá hacer tareas domésticas que antes no hacía como, por ejemplo, cocinar, limpiar, llevar a los niños al colegio, etc. Asimismo, junto con esta pérdida se han ido una multiplicidad de proyectos como también una identidad amorosa significativa que suponíamos que duraría todo la vida. A continuación te mencionamos algunas de las principales pérdidas secundarias que afectan al doliente tras la muerte del cónyuge:
1. Identidad Amorosa. Luego de la pérdida de la pareja, es inevitable que se produzca una redefinición de tu propia identidad amorosa. Ya no eres esposo o esposa sino que te has convertido en un viudo/a que ha perdido a su amigo y confidente. Esta pérdida de la relación primaria implica también la pérdida de largas conversaciones, de la complicidad, de los momentos de intimidad así como de las actividades de disfrute que compartían cada día.
Este duelo “cambia lo que somos” mientras que sentimos que la parte de nuestro “yo” que le brindamos a este ser querido nos ha sido arrancado con esta muerte. En este sentido, es posible que nos sintamos incompletos y que perdamos la confianza en nosotros mismos… los sentimientos de inutilidad también pueden ser frecuentes.
2. Estructura Familiar. Cada miembro de la familia ocupa un rol en la composición familiar por lo que la pérdida de la pareja produce un cambio radical e inmediato en esta dinámica. A veces sientes abandono porque esperabas que estuviera contigo por siempre… otras veces la muerte afecta tan profundamente las relaciones familiares que producen distanciamientos o rupturas.
El viudo/a tendrá que hacer frente a nuevas responsabilidades laborales y/o tareas domésticas que antes eran realizadas por quien ha partido, mientras que los niños deberán elaborar su propio duelo porque ahora sólo se encuentra presente físicamente uno de los padres.
3. Rol Financiero. Generalmente uno de los miembros de la pareja es el encargado no sólo de administrar las finanzas diarias del hogar sino también de aportar la mayor parte de los ingresos económicos de la familia. En algunos casos, por ejemplo, el marido trabaja y aporta todo su salario a la casa mientras la mujer se encarga de los niños y del cuidado del hogar.
Cuando se produce la muerte del cónyuge que cumplía este rol financiero, el doliente debe tomar decisiones financieras de las que antes se encargaba su pareja y responder frente a las obligaciones económicas de la familia produciendo un cambio inevitable en el estilo de vida. Una tarea que se vuelve especialmente difícil si consideramos la falta de energía y fuerzas que tenemos para asumir ya sea tareas que antes eran habituales así como también nuevas responsabilidades.
4. Proyectos. Junto con la muerte de la pareja se pierden los proyectos, planes y sueños compartidos. Cuando decidimos casarnos y formar una familia deseamos que esta persona sea nuestro compañero de vida hasta envejecer alimentando este camino con una multiplicidad de deseos y proyectos. Desde la planificación de las próximas vacaciones hasta los sueños más íntimos y profundos que construyó la pareja a lo largo de su relación amorosa se han ido junto con esta ausencia física.
Por lo tanto, también se pierden nuestras expectativas respecto al modo en que pensábamos que iba a ser nuestra vida en el futuro… repentinamente nos encontramos solteros y en muchos casos sin hijos.
5. Amigos en Común. Vivimos en una sociedad visiblemente incómoda frente al dolor… muchas veces nuestros amigos no saben qué hacer ni qué decir frente a la tristeza que nos embarga tras esta pérdida. Por lo tanto, en el momento en que más necesitamos la comprensión de nuestros amigos es cuando más tenemos que desarrollar nuevas redes de apoyo que nos permitan sentirnos comprendidos y acompañados en nuestro dolor.
¿Cuál es la consecuencia de ello? Muchas veces la relación con los amigos en común que tenías con tu pareja cambia radicalmente… no saben cómo interactuar contigo por lo que se aíslan o comienzan a alejarse gradualmente. Además, en el deseo de verte bien, muchos amigos te animarán a seguir adelante con la vida como si nada hubiera sucedido privándote, sin saberlo, de tu derecho a sentir plenamente este dolor convirtiendo a este vínculo más distante y/o tenso.
Por lo tanto, la pérdida de la pareja te adentra en un laberinto de nuevas decisiones, obstáculos y profundos desconciertos. Es normal que sientas una gama de emociones intensas y contradictorias como, por ejemplo, culpa, ira, desesperación, angustia, negación, arrepentimientos, temor, depresión, soledad, etc. Inclusive estos sentimientos pueden exacerbarse cuando se acercan fechas especiales… entonces Navidad, cumpleaños, aniversarios y otras fiestas importantes profundizan la sensación de soledad ya que vienen a tu mente aquellos buenos momentos compartidos con tu pareja que sabes que ya no volverán. A continuación, te ayudamos afrontar este duelo del mejor modo posible.
Fuente: manejodelduelo.com
Tener Amigos es Bueno para tu Salud Mental
El tener amigos puede ser el mejor antídoto para tener una buena salud en todos sentidos, y en especial, para la salud mental. Durante los períodos de crisis no hay nada mejor que contar con un amigo, esa persona que nos hace reír en momentos en que queremos llorar. Así que si quieres un buen remedio para la mente, pasa un buen rato con tus amigos.
Un hombro para llorar. Un consejo en el momento que más lo necesitas. Una risa para compartir. Una crítica constructiva o simplemente, compañía. Los amigos ofrecen eso y mucho más. Son los hermanos que elegimos para que nos acompañen en el camino de la vida y su influencia es tan importante que inciden en nuestro bienestar general y en especial, en la salud mental.
Sin embargo, el tener buenos amigos en el mundo de hoy, puede ser un reto, en especial por las múltiples responsabilidades en el trabajo y el tiempo con la pareja o los hijos. Y no estoy hablando de “amigos” en Facebook. Piensa en cuántos amigos cercanos tienes, y cuándo fue la última vez que te tomaste una taza de café con un amigo o una amiga, cuándo fuiste a un juego de fútbol o béisbol o cuando fueron a cenar. Si fue hace mucho, entonces es bueno que repases por qué los amigos son buenos para la salud mental e incluyas en tu agenda más tiempo para ellos. He aquí algunos beneficios de tener fuertes lazos de amistad en tu salud mental y emocional:
- Te hace sentir bien porque perteneces a un grupo y tienes un propósito
- Aumenta tu felicidad
- Reduce el estrés y cambia tus reacciones ante situaciones estresantes
- Eleva tu autoestima
- Reduce el riesgo de que sufras de enfermedades mentales serias
- Te ayuda a superar más rápidamente los traumas como una enfermedad grave, la pérdida de un ser querido o del trabajo, el divorcio, etc.
- Te motiva a cambiar hábitos de la vida que pueden ser perjudiciales como fumar o tomar en exceso. Además te motiva a hacer ejercicio si tus amigos son activos.
- Puedes compartir los buenos y malos momentos y hablar de ello. Esto es tremendamente terapéutico y bueno para tu salud mental.
Por eso, ya sea que te guste tener muchos amigos en diferentes áreas, o simplemente tienes un grupo pequeño de amigos con quienes te conectas a un nivel profundo, saca un momento para ellos hoy mismo. Es la mejor manera de estar sano en cuerpo, mente y alma.
Fuente: www.vidaysalud.com
¿Cómo Acompañar a los Ancianos en el Duelo?
Los adultos mayores enfrentan en la última etapa de su vida una gran variedad de pérdidas. La etapa laboral llega a su final iniciando una nueva vida como jubilado… Amigos, hermanos o inclusive la pareja mueren debido a su avanzada edad mientras que observa cómo su salud física se deteriora con el pasar de los años. En este artículo nos centramos en el proceso de duelo por la muerte de un ser querido considerando a la vejez como una etapa especialmente difícil para afrontar las consecuencias emocionales, físicas, espirituales, etc. que puede originar esta pérdida. Si en tu familia un adulto mayor ha perdido a un amigo o familiar ¡no dejes de leer este artículo! Te podría ser de gran ayuda para comprender no sólo el proceso de duelo que atraviesa sino los signos de alerta a los que debes estar especialmente atento.
¿CÓMO AFRONTAN EL DUELO LOS ADULTOS MAYORES?
A medida que envejecemos, estamos más frecuentemente expuestos a la pérdida de un ser querido.
La muerte de un ser querido es una experiencia desconcertante que produce un cambio irreversible en la vida del doliente. Reacciones físicas inesperadas, sentimientos intensos y pensamientos confusos no dejan de cesar ya que el adulto mayor se encuentra en un momento de su vida en el que puede no sentirse capaz o suficientemente fuerte para hacer frente a estas consecuencias… La pérdida de un amigo con quien compartió quizás más de 50 años de su vida o la muerte de su pareja puede desencadenar la memoria de todas aquellas pérdidas que ha experimentado a lo largo de su vida sintiendo que toda su antigua red de amistades y familiares poco a poco va desapareciendo. En esta etapa de la vida el adulto mayor está tratando de llegar a un acuerdo con su propia muerte, así como también con la de sus familiares y amigos que envejecen a un ritmo inevitable. Con esta pérdida, no sólo su mundo emocional se puede ver destrozado sino que toda su vida cotidiana parece cambiar en tan sólo un instante… Ya no tendrá con quien jugar ajedrez en las tardes de sol, deberá comer y dormir solo por primera vez o ya no tendrá con quien compartir sus viejas anécdotas familiares como lo solía hacer con su hermano. Sin embargo, un cambio más profundo y complejo se gesta en el interior del doliente mayor… Angustia, enojo, tristeza profunda, incertidumbre, soledad, pérdida de identidad y autoestima serán algunas de las emociones que le podrían hacer pensar al anciano que ya ha perdido casi toda su historia familiar y de infancia, a pesar de que tiene seres queridos que lo aman. Así como el grado de apego y el tipo de pérdida pueden afectar el proceso de duelo del anciano, en esta etapa de la vida se vuelve más frecuente encontrar personas que son incapaces de resolver la tristeza de esta pérdida conduciendo a un sufrimiento emocional profundo que puede llevar a la depresión. La pérdida de independencia, los problemas de salud así como la acumulación de otras pérdidas pueden agravar e inclusive incrementar este dolor. La sociedad no debería olvidarse de las necesidades especiales de los ancianos dolientes… Los hijos adultos tienen una vida muy atareada. Este proceso de duelo se suele caracterizar por algunos sentimientos como el aislamiento y soledad, preocupación respecto a su propia salud y bienestar, ansiedad sobre los problemas prácticos y financieros cotidianos, miedo sobre el futuro y la posibilidad de seguir manteniendo su independencia y mayor conciencia de su propia mortalidad al experimentar una acumulación de pérdidas. Si quieres saber más sobre los tipos de pérdidas que enfrentan los adultos mayores te recomiendo este artículo sobre: Las Pérdidas durante la Vejez.
¿CÓMO ACOMPAÑAR A LOS ADULTOS MAYORES EN DUELO?
El sistema de apoyo emocional que tenga el adulto mayor será clave para elaborar un proceso de duelo saludable.
El soporte familiar será primordial para que el doliente pueda vivir esta pérdida en un espacio en el que no se minimice su dolor validando el valor de esta muerte para que la verbalice en un camino de duelo saludable. Esta red de apoyo proporcionará un espacio para la aceptación de la ausencia eliminando los sentimientos contradictorios y confusos que angustian al adulto mayor mientras que podrá encontrar lentamente un sentido a su vida a pesar de esta ausencia. Pero ¿cómo es posible acompañar a los adultos mayores en este proceso de duelo?:
- CONTENCIÓN EMOCIONAL. Debes ser comprensivo y escucharlo cada vez que lo necesite sin usar palabras trilladas como “El tiempo cura todas las heridas” o “Dios sabe por qué se lo llevó”. Hablar de quien murió usando el nombre de la persona fallecida, expresar las inquietudes respecto a esta nueva vida cotidiana sin el ser querido así como pensar en el pasado y el presente permite acostumbrarse a la realidad de esta muerte encontrando lentamente una manera de vivir sin la persona. Procura ser un buen oyente; quizá tengas que escuchar la misma historia una y otra vez… ten paciencia, está procesando y aceptando esta muerte. Para saber más sobre cómo acompañar a una persona en duelo no dejes de ver este video con las recomendaciones del Padre Mateo:
- AYUDA PRÁCTICA. Uno de los desafíos más difíciles que afrontará el anciano en duelo será asumir la cotidianeidad de su casa, sobre todo cuando ha perdido a su compañera/o de toda la vida. Absolutamente desorientado y sin fuerzas, cada pequeña tarea doméstica parece convertirse en obstáculo difícil de superar. En vez de decirle “Llámame cuando necesites algo” o “No dudes en venir a casa cuando quieras”, procura brindarle tu ayuda en las tareas cotidianas. Por vergüenza o por temor a que le digas que no, el doliente no te pedirá que lo ayudes con la comida, que lo acompañes al médico o que laves su ropa. Sin embargo, estará profundamente agradecido si lo haces más aún en momentos donde el duelo significa una pesada carga de estrés. También puedes invitarlo a dar un paseo, tomar juntos una taza de café o compartir una charla… La soledad se vuelve especialmente intensa en esta etapa de la vida.
- ACTIVIDAD FÍSICA. La actividad física no sólo cuidará su salud en un momento especialmente delicado y de profundo estrés sino que lo ayudará a mejorar los aspectos emocionales que origina el duelo disminuyendo los síntomas de la depresión. Si tu ser querido posee problemas físicos que le impidan hacer ejercicios, estimúlalo para que participe en actividades artísticas en las que puede identificar y expresar sus emociones más íntimas como por ejemplo, música, pintura, fotografía, juegos, entre otras.
- CENTROS RECREATIVOS. Procura informarlo sobre los beneficios de involucrarse en las instituciones locales de la tercera edad en donde semanalmente se organizan de forma gratuita eventos sociales, reuniones, juegos de ajedrez, talleres de costura, etc. Será una gran oportunidad para ampliar su red de apoyo encontrando gente de su misma edad con quien puede compartir su experiencia de dolor mientras realiza actividades que le permiten tener un momento de distracción. Si no está interesado en estos eventos, no lo presiones… debes ser respetuoso con sus necesidades.
- AYUDA PROFESIONAL. Es necesario dar luz a cada sentimiento guardado en el corazón para así acostumbrarse poco a poco a esta ausencia. Sin embargo, no es una tarea fácil. Si el sistema de apoyo familiar no parece suficiente o identificas signos de que no está elaborando el duelo de forma saludable, la ayuda profesional puede brindar un espacio en donde expresar sus emociones, pensamientos y temores sin miedo a ser juzgado. Para conocer los signos de duelo patológico te recomiendo el siguiente artículo: Síntomas del Duelo Complicado
¿CÓMO DISTINGUIR ENTRE DEPRESIÓN Y DUELO?
Si bien puede ser difícil distinguir entre el dolor y la depresión en una persona en duelo, es importante estar alerta.
Se suele creer erróneamente que la tristeza forma parte de la vida a medida que envejecemos. La falta de deseos de participar de actividades sociales, la pérdida de memoria, la ansiedad respecto al futuro, etc. son algunas conductas frecuentes en las personas mayores. Más aún cuando se trata de ancianos que han sufrido la pérdida de un ser querido, la tristeza y la depresión son una parte integral del dolor, se trata de una reacción de duelo normal frente a esta muerte e inclusive el duelo tiene varios síntomas en común con la depresión clínica incluyendo la tristeza, el insomnio y la falta de apetito. Pero ¿cuándo este dolor se transforma en depresión? Cuando esta tristeza profunda persiste más allá de lo esperado podría ser una señal de que la tensión del duelo ha desencadenado un episodio depresivo profundo conduciendo inclusive a padecer enfermedades así como trastornos psiquiátricos. El dolor producido por la muerte de un ser querido va y viene en oleadas encontrando algunos momentos de oscuridad mientras que otros instantes serán de alegría o gratificación dibujando una trayectoria de curación con fuertes experiencias emocionales… Sin embargo, la depresión implica perder cualquier mínima luz de esperanza haciendo que el doliente se encuentre en una verdadera oscuridad por largos períodos de tiempo… Ahogado en la pena, rara vez consigue aliviar cualquiera de sus síntomas mientras se inhibe la posibilidad de seguir avanzando en la resolución de este duelo. En este sentido, la ansiedad respecto al proceso de envejecimiento, los retos físicos y emocionales que conlleva la edad así como los fuertes sentimientos de soledad debido a la pérdida de seres amados pueden hacer que el dolor y la depresión en los ancianos sea difícil de distinguir con claridad… El diagnóstico se puede ver dificultado aún más cuando el uso de diversos medicamentos podrían enmascarar o crear síntomas similares, cuando estos indicios son ocultados por vergüenza a una estigmatización social o bien cuando coinciden con otros diagnósticos médicos como, por ejemplo, esquizofrenia. En este sentido, la depresión en los ancianos se caracteriza por los siguientes signos:
- Sentimientos profundos de desesperanza y de vacío respecto al futuro que no cesan con el paso del tiempo.
- Habla o fantasea respecto a un posible suicidio ya que cree que estaría mejor muerto o bien que debería haber muerto con la persona fallecida.
- Irritabilidad y ansiedad frecuente, especialmente vinculada al proceso natural de envejecimiento.
- Problemas de memoria o concentración acompañado de un fuerte aislamiento social y desinterés por actividades que antes solía disfrutar.
- Quejas respecto a su salud física, especialmente debido a dolencias.
- Cambios significativos y prolongados en los hábitos de sueño, trastornos alimentarios (falta de apetito o alimentación en exceso) y falta de energía.
En todos los casos, un diagnóstico adecuado será primordial para brindar el tratamiento médico y psicológico necesario. No dudes en consultar con un profesional de la salud si tienes a un familiar que manifiesta estos síntomas.
Fuente manejodelduelo.com
La Importancia de un Abrazo
Un abrazo o una muestra de cariño de un familiar o ser querido, a veces valen más que mil palabras para tu salud física y mental. Un estudio lo demuestra.
Cuando Rebeca se fue a estudiar a una universidad lejos de su casa, decía que cuando extrañaba más a su familia era cuando tenía un resfriado. Ella aseguraba que los medicamentos que tomaba no eran ni la mitad de efectivos que los mimos y el cariño que le prodigaban en casa sus padres, su hermana y su abuela cuando se sentía mal.
Aunque sus amigos y compañeros de clase se mostraban escépticos y hasta se burlaban de ella, es muy posible que después de todo Rebeca estaba en lo cierto. Esa, al menos, es la conclusión de un estudio realizado en Carnegie Mellon University.
Según los resultados del estudio, un apoyo social mayor y los abrazos más frecuentes disminuyen la posibilidad de infectarse con las enfermedades asociadas al estrés, y hacen más leves sus síntomas.
El estudio, publicado en Psychological Science y dirigido por Sheldon Cohen, profesor de Carnegie Mellon University, investigó el abrazo como un ejemplo de apoyo social, porque normalmente es una señal de una relación más íntima y cercana con otra persona.
Los investigadores ya sabían que las personas que tienen conflictos con otras pierden la capacidad para combatir los virus, como el del resfriado común. También sabían que las personas que tienen mayor apoyo social sufren menos los efectos del estrés, como la depresión y la ansiedad. Tomando esto como base, hicieron pruebas para saber si el apoyo social era igualmente efectivo para reducir la posibilidad de contagio de las infecciones asociadas con el estrés. También si el hecho de recibir abrazos podría ser responsable, al menos en parte, de la sensación de apoyo, y si protegía a la persona de la infección.
El estudio examinó a 404 adultos saludables. Mediante cuestionarios y entrevistas telefónicas, se abordaron asuntos como conflictos personales, apoyo social y abrazos recibidos.
Más adelante, se expuso a los participantes al virus del resfriado común, y se monitorizó la evolución de la enfermedad para evaluar si la contraían, la intensidad de la infección y los síntomas.
Los resultados mostraron que en los participantes que se sentían más apoyados socialmente se reducía el riesgo de infección asociada con los conflictos. En cuanto a los abrazos, eran responsables por una tercera parte del efecto protector que se derivaba del apoyo social.
Entre los participantes que sí resultaron infectados, los que recibieron más apoyo social y abrazos más frecuentes tuvieron síntomas menos serios de la enfermedad, tanto si habían experimentado conflictos como si no.
Según Cohen, esto sugiere que si te abraza una persona de confianza, el abrazo puede actuar como un medio eficaz de transmitir apoyo, y que aumentar la frecuencia de los abrazos podría ser un modo efectivo de reducir los efectos nocivos del estrés.
Es posible que el efecto protector aparente de los abrazos pueda atribuirse simplemente al contacto físico por sí mismo. O bien podría ser que el abrazo sea un indicador de apoyo y de intimidad. De cualquier forma, como demuestra el estudio, los que reciben más abrazos están de alguna forma más protegidos de una infección.
Ahora ya lo sabes: el abrazo, el contacto físico y otras muestras de cariño son una estupenda medicina para aliviar el estrés y lidiar mejor con enfermedades como el resfriado común, y con los síntomas y molestias que ocasiona. Así que dales un abrazo a tus seres queridos y déjate abrazar por ellos para mantener la salud de todos.
Fuente: www.vidaysalud.com
¿Como Acompañar a un Amigo en Duelo?
Cuando un ser querido atraviesa un proceso de duelo nos puede resultar difícil saber qué decir o hacer ante tanto dolor. Por eso en este artículo te brindaremos algunas sugerencias para aportar consuelo y ayuda a tu amigo. Es importante que recuerdes que tú no puedes quitar el dolor producido por la pérdida pero sí puedes demostrarle a este ser querido que te importa su sufrimiento y que, por lo tanto, estás dispuesto a acompañarlo en este proceso. Tu presencia es vital para acompañarlo en ese triste y doloroso momento.
La muerte de un ser querido es una de las experiencias más difíciles de la vida
INFÓRMATE SOBRE EL PROCESO DE DUELO
Para poder ayudar a un ser querido luego de la pérdida de un familiar, es importante que comprendas en qué consiste este proceso de re-adecuación.
Sé comprensivo sobre cómo puede cambiar la experiencia de dolor de acuerdo a cada persona en función de diversas variables como la causa de la muerte, las herramientas personales, experiencias de pérdidas anteriores, red de apoyo social y familiar, etc. Cuanto mejor sea tu comprensión del dolor y del proceso requerido para su sanación, mejores herramientas tendrás para ayudar a tu amigo. Recuerda que no hay una manera correcta de hacer el duelo sino que cada proceso es personal y único como así también será el tiempo requerido para su sanación. Por lo tanto, evita decirle al doliente cómo debería sentirse ahora o en las próximas semanas. No todos atraviesan por las etapas del duelo en el mismo orden, por lo que no debes presionarlo para que siga adelante como si nada hubiera sucedido ya que esto sólo postergaría el proceso.
SÉ PACIENTE CON LOS SENTIMIENTOS DEL DOLIENTE
El proceso de duelo sumerge a los familiares en una gran montaña rusa de emociones frente a la que se debe tener paciencia y comprensión.
La muerte de un ser querido es una de las experiencias más difíciles de la vida por lo que en ella surgirán diversas emociones donde la depresión, la culpa, el miedo y el dolor serán protagonistas. Se expresan emociones y comportamientos extremos como llantos desesperados, gritos, rabia contra el ser querido que ha muerto e inclusive obsesión sobre la muerte. Es normal que no sepas qué decir o qué hacer ante este comportamiento. Sin embargo, el doliente sólo necesita de alguien donde apoyarse y que lo escuche. Por lo tanto, déjale saber que está bien llorar o expresar sus emociones frente a ti respetando cómo él se siente y comporta. Lo más importante que puedes hacer por una persona en duelo es estar allí con él para mostrarle tu apoyo y cariño sin juzgarlo. Deja hablar al doliente acerca de cómo su ser querido ha fallecido. Esta historia suelen repetirla una y otra vez como una manera inconsciente de procesar y aceptar esta muerte.
Por otro lado, debes saber que el proceso de duelo atraviesa diferentes etapas y que a tu amigo puede llevarle un largo tiempo recuperarse de una pérdida por eso no debes imponerle un límite de tiempo a su duelo y es fundamental que cuente con tu paciencia.
OFRECE AYUDA PRÁCTICA
Durante las primeras semanas luego de la muerte de un ser querido, las tareas cotidianas pueden volverse abrumadoras.
Quien atraviesa un proceso de duelo destina gran parte de su tiempo a reflexionar sobre su relación con la persona que ha fallecido consumiendo una porción mayoritaria de su energía. Es importante que ofrezcas tu ayuda para hacer más sencilla la rutina diaria de tu amigo. Lleva a los niños al colegio, compra los insumos y alimentos del hogar, haz la comida, acompáñalo a dar un paseo, etc. Para los dolientes muchas veces resulta difícil pedir ayuda ya que pueden sentirse culpables por estar recibiendo tanta atención de los demás. E inclusive no tienen la energía o motivación suficiente para llamarlo cuando necesitan algo por lo que es importante que tú tomes la iniciativa y te muestres abierto a ayudarlo en las tareas domésticas.
NO MINIMICES LA PÉRDIDA
Evita decirle al doliente cómo debería sentirse o actuar luego de la muerte de un ser querido.
No dudes en hacerle saber al doliente que lo que siente está bien. No minimices la pérdida de un ser querido ni los sentimientos que ella origina. Es deseable que compartas tu propia experiencia personal si crees que lo podría ayudar, aunque es importante que le aclares que se trata de un vivencia personal y, por lo tanto, absolutamente singular. No brindes consejos o sugerencias si no te lo han pedido, no compares su dolor con el que tú has tenido en experiencias similares ni digas que sabes lo que esta persona está sintiendo. Uno nunca sabe lo que puede sentir el otro por lo que es importante preguntarle a este amigo cómo se siente sin interferir en estos sentimientos. No lo obligues a hablar o a expresar sus emociones si no tiene deseos de hacerlo. Cuando él siente la necesidad de hablar, escúchalo y ofrécele toda tu comprensión y apoyo.
MUESTRA TU INTERÉS POR ACOMPAÑARLO
Consolar a un amigo en duelo puede resultar muy difícil ya que no sabe qué decir o qué hacer. Sin embargo, puede demostrar de distintas maneras su deseo de acompañarlo.
En primer lugar, es muy importante que reconozcas la muerte de este ser querido y hables sobre ella sin eufemismos. Tampoco temas en preguntarle cómo se siente, ni cambies de tema si el fallecido surge en la conversación. De esta manera, te mostrarás predispuesto para escuchar sobre cómo se siente el doliente. Además no dudes en expresar tu preocupación sin temor a mostrar tus sentimientos. Esta conducta genuina te permitirá mostrarte sincero frente a tu ser querido facilitando así su ofrecimiento de apoyo. Muchas personas suelen evitar hablar de la muerte o mencionar a la persona fallecida por temor a hacerle daño al doliente. Sin embargo, que no hablemos de ello no significa que el ser querido fallecido sea olvidado. Siempre debemos mostrarnos abiertos a escucharlos para establecer una comunicación basada en la franqueza y en la expresión abierta de los sentimientos. No lo presiones si no tiene deseos de hablar. Simplemente siéntate en silencio junto a él mostrando tu afecto mediante una caricia, un contacto visual o un abrazo.
NO HAGAS HINCAPIÉ EN SU ASPECTO EXTERIOR
Uno de los errores más frecuentes de los amigos del doliente es hacer suposiciones en base a su apariencia externa.
El proceso de duelo no culmina en la despedida de la ceremonia funeraria sino que luego de ella comienza un largo proceso de re-adecuación a esta pérdida, por lo que es importante mantenerse en contacto con el doliente comprobando periódicamente cómo se encuentra. No hagas suposiciones en base a su apariencia exterior ya que muchas personas pueden mostrarse espléndidas hacia los demás mientras que por dentro padecen un largo proceso de sufrimiento. Evita decirle frases tales como “Se te ve muy bien” o “Qué fuertes eres” ya que estas palabras se vuelven una presión para el doliente que sentirá la importancia de mantener la apariencia y ocultar sus emociones.
PERMANECE ALERTA SOBRE LAS SEÑALES DE ADVERTENCIA
Si bien es frecuente que una persona en duelo pueda sentirse triste e incluso deprimida, es importante que con el tiempo estos síntomas comiencen a desaparecer.
Luego de la pérdida de un ser querido, el doliente se sumerge en un conjunto de emociones profundas que pueden llevarlo a pensar que se ha vuelto loco. Sin embargo, estos sentimientos serán propios de este proceso de sanación mientras que gradualmente deben comenzar a desaparecer. Es importante que observes si estos síntomas propios del duelo desaparecen o empeoran progresivamente con el tiempo ya que esto puede darnos señales de advertencia de que este duelo normal se ha convertido en patológico. Acompaña al doliente en la búsqueda de ayuda profesional si observas que persiste su dificultad para continuar con su rutina diaria, si descuida su higiene personal, muestra una obsesión constante con la muerte, exceso de enojo o culpa, abuso de alcohol y/o drogas, aislamiento, entre otras manifestaciones.
Cuando un amigo pierde a un ser querido, nos parece que nada de lo que hagamos servirá. Sin embargo, estos pequeños detalles podrán ser de gran utilidad para que tu amigo sienta que permaneces junto a él aún en momentos difíciles como éstos. Recuerda que estar presente cuando te necesita y escucharlo será el mayor gesto de amor que puedes hacer por él.
Fuente: manejodelduelo.com
6 Obsequios Navideños para Regalar a un Doliente
Cuando un ser querido está en duelo, la Navidad suele ser una fecha emocionalmente muy difícil… Los dolientes pueden sentirse alejados del entusiasmo de los regalos y espíritu familiar que esta celebración evoca, ya que los recuerdos se vuelven cada vez más insistentes. En este contexto emocional tan complejo, suele ser muy difícil encontrar un obsequio adecuado para el doliente… toda esa gente feliz y entusiasmada que le dan una vida única a los centros comerciales para nada refleja el dolor y la incertidumbre que ha experimentado tu ser querido desde la pérdida de su familiar. Es por eso que en esta Navidad tu regalo debe expresar no sólo el amor que sientes por este amigo o familiar sino también debe comprender el momento tan especial que está atravesando. En este artículo te aconsejaremos 6 obsequios que puedes comprar para un ser querido en duelo.
Hay muchos regalos que pueden demostrar que lo acompañas en su duelo.
Las fiestas de fin de año suelen ser un momento especialmente difícil para los dolientes… la presión para comprar los regalos, las expectativas para cocinar la comida, las emociones que están a flor de piel… Lejos del espíritu navideño que solía estar presente en los años anteriores, quienes han perdido a un ser querido enfrentarán estos desafíos de Navidad con mucho dolor y desgano por eso a continuación te brindamos algunas ideas para que tu regalo sea realmente especial… ¡Dejemos la ropa o los perfumes de lado! Pensemos en aquellos obsequios que nos permitan incorporar la memoria de quien ha fallecido.
1. JOYERÍA MEMORIAL. En las joyerías puedes encontrar una gran variedad de joyas que te permitirán honrar la memoria de la persona fallecida ¿qué te parece si grabas en un dije una frase que solía decir quien hoy ya no está presente? ¿Por qué no personalizas un anillo con las iniciales de la persona fallecida? Se trata de una excelente manera de recordar la memoria de quien ha muerto mientras que tu ser querido se reconfortará al ver que has pensado especialmente en él durante este momento tan difícil.
Si tu ser querido no suele usar joyas, puedes obsequiarle una caja memorial que contenga la foto de su ser querido junto con su nombre o una frase alusiva de quien ha partido. Puede ser un bello adorno para colocar en la mesa de luz de su habitación o bien para tener presente en el escritorio o cómoda de la casa. Como se trata de un regalo clásico para los dolientes, es posible encontrar muchos tamaños y estilos.
2. ADORNO NAVIDEÑO. En especial durante la primera Navidad, armar el árbol puede ser realmente doloroso… más aún cuando esta tradición solía hacerse junto al ser querido que has perdido. Regálale un adorno navideño que refleje los recuerdos, gustos, intereses o hobbies de la persona fallecida. Puede ser un adorno grabado con las iniciales de su nombre, un objeto que refleje su deporte favorito, una fotografía en miniatura enmarcada, etc.
Hay mil y una opciones que puedes hacer tú mismo o bien comprarlas. De esta manera, podrás celebrar la memoria de quien ha muerto mientras das inicio a una nueva tradición navideña que puede repetirse cada año con la compañía de tu familia.
3. CONFORT. Cuando estamos en duelo sentimos un profundo agotamiento físico y mental… nos duele la espalda, dormimos mal y la cabeza parece que nos va a estallar mientras que cada tarea doméstica se vuelve en una verdadera pesadilla. Este agotamiento se intensifica cuando llega Diciembre… al cansancio propio de esta época del año se le suma la devastadora pérdida de nuestro ser querido que, por primera vez, no estará con nosotros para compartir esta celebración. Es por eso que un excelente regalo para un ser querido en duelo puede ser un voucher para que pase un día de spa haciéndose masajes y disfrutando de un cálido jacuzzi.
Otra opción es obsequiarle una canasta de spa que tú mismo puedes diseñar incluyendo en ella aceites aromáticos, un CD con música relajante, una crema descontracturante, velas aromáticas, etc. De esta manera, alentarás a que tu ser querido en duelo cuide de sí mismo en momentos de gran estrés.
4. FOTOGRAFÍA. Enmarcar una fotografía es una gran manera de reflejar y recordar aquellos momentos felices vividos en familia levantando el ánimo en un momento de duelo. ¿Qué te parece enmarcar una foto que sólo tú tienes de la persona fallecida? Si conservas una fotografía que es muy valiosa para la familia ya sea porque tú solo la tienes o porque inmortaliza una etapa especial de la vida familiar, no dudes en enmarcarla y regalársela a tu ser querido en duelo. Para que este regalo sea aún más especial, graba el marco de este cuadro con el nombre de la persona fallecida o con aquella frase que solía gustarle decir.
Otra posible manera de hacer de una fotografía un regalo inolvidable es diseñando un medallón en forma de corazón que contenga en su interior la más bella foto del rostro del difunto.
5. OBJETOS PERSONALES. Cuando perdemos a un ser querido, sus objetos personales suelen adquirir un nuevo significado. Esas cartas guardadas desde hace tantos años nos permiten conservar un registro escrito en puño y letra, una receta se convierte en un maravilloso recuerdo de aquellos domingos en familia mientras que aquel anillo que él o ella solía tener ahora se transforma en nuestro amuleto de la suerte. Si en tu casa tienes objetos de quien ha fallecido, no dudes en regalarle a tu ser querido en duelo un objeto que sea significativo. Pueden ser joyas, una obra de arte o un simple adorno que solía tener en su casa.
Otra opción es enmarcar aquella receta tradicional que solía gustarle para colocarla en la cocina o hacer un libro con los poemas y cuentos que escribía cada tarde en su escritorio. Inclusive si conservas mucha ropa de tu ser querido y te gusta el diseño de indumentaria, puedes hacer un bello acolchado para regalarle a tu familiar en duelo… nada mejor que taparse con él en esas noches de gran angustia.
6. DONACIÓN. Hay tantas organizaciones no lucrativas maravillosas que trabajan cada día ¿por qué no tener un bello gesto y realizar una donación en nombre de quien ha partido? Reflexiona sobre cuáles han sido los ideales y valores por los que ha luchado la persona fallecida a lo largo de su vida y piensa qué institución sin fines de lucro trabaja por ellos ¿Amaba los animales? Dona comida a un refugio de mascotas ¿Solía lamentarse por las personas que vivían en los geriátricos? Bríndale una donación simbólica al centro de ancianos del barrio en el que vivía.
Otra opción es hacer una donación a la organización que investiga la enfermedad por la cual murió. Es un gesto dulce y generoso inolvidable para tu ser querido en duelo. Recuerda que no importa el monto de dinero que dones, lo importante es rescatar la mirada solidaria de quien partió homenajeando sus pensamientos, principios y valores.
No olvides acompañar estos regalos con una simple pero cálida tarjeta que te permita expresar tu cariño y deseos para estas fechas tan especiales. No importa cuán elegante sea la tarjeta… lo que realmente interesa es lo que escribas en el interior de ella. Procura sentirte libre para expresarle desde el corazón lo mucho que lo tienes en mente… Tu ser querido realmente apreciará este gesto en un momento de tanta angustia, confusión y soledad.
¿Qué obsequio deseas regalarle a tu ser querido en duelo? No dudes en compartir tus sugerencias con nosotros.
Fuentes: manejodelduelo.com
Homenaje Especial a la Selección Chapecoense de Brasil
Hoy el mundo del fútbol está de luto. El avión que transportaba a los jugadores del equipo de fútbol Chapecoense brasileño se accidentó provocando el fallecimiento de gran parte de su selección, cuerpo técnico, periodistas y tripulación.
Pero quién es el Chapecoense, el «humilde» equipo brasileño que se metió en la final de la SudamericanaEl denominado «Huracán del Oeste» tiene sólo 43 años de vida y lleva recién cuatro temporadas en la máxima categoría del fútbol de su país, donde es uno de los equipos que menos gasta en el plantel.
El humilde Chapecoense brasileño se disponía a disfrutar de su primera final en un torneo internacional, un hito que sorprendió a todo un continente por el ascenso meteórico que experimentó el club a nivel deportivo en los últimos años.
Con sede en la ciudad de Chapecó, en el estado de Santa Catarina, sur de Brasil, “El huracán del oeste”, como apodan al equipo, llegó a la máxima categoría del fútbol brasileño en 2014 y dos años después se clasificaba para la final de la Copa Sudamericana, que iba a disputar contra el Atlético Nacional de Medellín.
En 2007 ya saboreó lo que era ganar un título como el campeonato del estado y un año antes se quedó con la Copa Santa Catarina, triunfos que certificaron su viabilidad como club tras los problemas económicos que estuvieron a punto de hacerle desaparecer.
Es un equipo relativamente joven, pues fue fundado el 10 de mayo de 1973 y la mayor parte de su historia la ha pasado en categorías inferiores disputando torneos estatales.
Con su ascenso al Campeonato Brasileño se convirtió en el equipo referencia e icónico de un estado sin grandes clubes a nivel regional pero con una gran rivalidad que mantiene con Joinville, Figueirense, Avaí y Criciúma.
En su primer año en la primera división del fútbol brasileño se clasificó para jugar la Copa Sudamericana y llegó hasta los cuartos de final, donde fue eliminado por el todopoderoso River Plate argentina.
El Chapecoense no cesó en su empeño de querer hacer algo grande en un torneo internacional y repitió esta temporada, pero con un resultado a todas luces de histórico al llegar a la final.
Superados los argentinos del Independiente en octavos de final tras una tensa tanda de penaltis, pasó con soltura los cuartos ante Junior de Barranquilla y sobrevivió ante el San Lorenzo, también de Argentina, y que ya había conseguido el título de la Sudamericana en 2002.
Los pupilos del entrenador Caio Júnior se caracterizaban por un carácter aguerrido, el mismo de su grada, y sus armas más fuertes eran la velocidad de Ananías en ataque, el acierto goleador de Bruno Rangel y, sobre todo, la experiencia del volante Cléber Santana, de 35 años, conocido por su paso por el Atlético de Madrid y el Mallorca.
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La defensa era otro de sus pilares ya que su portero, héroe en el último partido de semifinales contra el San Lorenzo al sacar un pie milagroso en el último minuto, solo había sufrido cuatro goles en los últimos siete partidos y solo uno de ellos fue de local.
Es por eso que se ganó el apodo de “El Huracán del Oeste”, por el sentimiento de lucha de sus aficionados y también por su ubicación geográfica al estar Chapecó, en la región oeste de Santa Catarina, una ciudad de unos 200.000 habitantes que hoy llora la desaparición de un equipo que tocó la gloria con sus manos.
Fuente: http://www.emol.com/
http://www.elcolombiano.com/
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CONDICIONES FAVORABLES PARA UN DUELO SANO
A. Información
B. Compañía
C. Conversación
Manejar un duelo es aceptar la perdida, como una realidad pero provocando un movimiento mental hacia algo más, hacia un nuevo objetivo. No se trata de reemplazar, pero sí de desarrollar una nueva opción en donde encuentre un significado que lo conecte con todas las capacidades y recursos que se poseen y que es falso que se acaben.
Salir de la sensación de dolor, de temor, de incapacidad, de inseguridad, de pérdida junto con todos los temores y creencias limitantes que implica y retoma nuevamente la vida. Se trata de generar nuevos objetivos resolviendo el duelo lo más pronto posible, pasando por las diferentes etapas necesarias y viviendo cada una de ellas. Debemos darnos cuenta que las pérdidas son inherentes en la vida, pero esta no se acaba ni se para. Las pérdidas son un reto para seguir creciendo, superarme y desarrollarme como ser humano.
ETAPAS DEL DUELO
Los seres humanos transitamos un recorrido para sanar la pérdida de un ser querido y pasamos un proceso de aprendizaje donde finalmente comprendemos que es posible convivir con esta pérdida y continuar en una realidad en la que esta persona ya no estará. Estas son las 5 etapas que transcurrimos.
Primera etapa: La Negación
Esta etapa consiste en el rechazo consciente o inconsciente de los hechos o la realidad de la situación. Tomamos esta actitud, como un mecanismo de defensa para busca amenorar el impacto que produce la realidad que se está viviendo. Se trata de una respuesta temporal que nos paraliza y nos hace evadir hechos.
Cuando esta negación se hace persistente, la represión podría también dar lugar a enfermedades físicas como malestar estomacal, dolor de pecho o hipertensión.
Segunda etapa: La Ira
Aquí es donde la ira toma el protagonismo en nuestra vida, dirigiéndose este enojo al ser querido fallecido, a nosotros mismos, a amigos, familiares, objetos e inclusive a personas extrañas. En esta etapa se siente un resentimiento hacia la persona que nos ha dejado, causando un inmenso dolor en nosotros pero este enojo se vive con culpa haciéndonos sentir más enojados aún.
Debajo de esta ira se encuentra el dolor producido por la pérdida. Si somos capaces de identificar este sentimiento y expresarlo sin temores, podremos comprender que ella es parte del proceso de curación.
Tercera etapa: La negociación
En esta etapa surge la esperanza de que se puede posponer o retrasar la muerte de la persona moribunda. La etapa de negociación puede ocurrir antes de la pérdida, o bien después de la muerte para intentar negociar el dolor que produce esta distancia.
Este mecanismo de defensa para protegerse de la dolorosa realidad no suele ofrecer una solución sostenible en el tiempo y puede conducir al remordimiento y la culpa interfiriendo con la curación.
Cuarta etapa: La Depresión
En este momento se siente tristeza, miedo e incertidumbre ante lo que vendrá. Sentimos que nos preocupamos mucho por cosas que no tienen demasiada importancia mientras que levantarse cada día de la cama se siente como una tarea realmente complicada. Estos sentimientos muestran que el doliente ha comenzado a aceptar la situación.
La atención del doliente se vuelve al presente surgiendo sentimientos de vacío y profundo dolor. Suele mostrarse impaciente ante tanto sufrimiento sintiendo un agotamiento físico y mental que lo lleva a dormir largas horas.
Quinta etapa: La Aceptación
En esta etapa el doliente llega a un acuerdo consigo mismo gracias a este acontecimiento, es en donde entiende que la pérdida siempre será una parte de nosotros. Este proceso nos permite reflexionar sobre el sentido de la vida así como lo que queremos de la vida a partir de ahora.
Es aquí donde se trata de aprender a convivir con esta pérdida y crecer a través del conocimiento de nuestros sentimientos. Comenzamos a depositar nuestras energías en amistades y en nosotros mismos estableciendo una relación distinta con la persona fallecida (El Recuerdo).
TIPS BÁSICOS PARA LA RECUPERACIÓN EN CASO DE DUELO
Aquí te dejamos algunos tips para que superes ese momento tan doloroso por el cual todos tenemos que pasar alguna vez.
EL DUELO
El duelo es la reacción emocional que se presenta por la pérdida de una persona o un objeto amado. Esta reacción varía de persona a persona, puesto que se pone en juego la forma particular como cada uno reacciona ante la circunstancia y el vínculo afectivo, es decir el apego o la modalidad de vínculo que se da en el proceso vital con el ser amado. Perder a un ser querido es una experiencia dolorosa para la que no estamos preparados, sobre todo en la sociedad actual.
El proceso de elaboración del duelo constituye un proceso que debe ser llevado a cabo por cada individuo, de acuerdo a la magnitud de la situación y la fortaleza de las herramientas mentales con las cuales cuentan.
El duelo entonces, se convierte en una oportunidad de crecimiento personal, pues el dolor es tan intenso que reactiva viejos dolores y por lo tanto favorece la solución de heridas vinculares anteriores. En conclusión el perdón se aprende por medio del duelo, y entonces se nace a una nueva forma de vivir.